El informe revela que mientras en 2006 el CICR prestó ayuda humanitaria representada en comida, medicinas y apoyo de proyectos agropecuarios destinados al autoconsumo, a 62.428 personas o unas 14.900 familias desplazadas, en 2007 la cifra llegó a 66.382 personas o unas 15.847 familias. Hitterma aseguró también que "El constante flujo de familias que huyen de sus tierras y se instalan en las ciudades pasa casi desapercibido, y rara vez se habla sobre las dificultades por las que atraviesan aquellos que lo han perdido todo debido al conflicto armado".
Los datos contenidos en el informe del CICR coinciden en buena parte con lo dicho por Codhes en su Boletín Nº 73, en el que reveló que 2007 fue el año con más desplazamiento desde 2003, llegando a 305.996 personas, lo que significa un aumento cercano al 30% con relación al año anterior.
La directora del CICR se refirió también a la especial atención que esa organización humanitaria ha puesto sobre los menores de edad. " Esta crisis afecta muy particularmente a los niños: más de la mitad de las personas desplazadas que se beneficiaron del apoyo del CiCRel año pasado, tenían menos de 18 años”. Hitterman entregó otros detalles en su informe como que de los desplazados entrevistados por el CICR, 58% dijeron haber abandonado sus hogares tras recibir amenazas de muerte, y 11% dijo que se les había presionado para que cooperaran con los portadores de armas. El 9% declaró haber recibido amenazas de reclutamiento forzado en un grupo armado. En 2007, el CICR documentó 1.700 alegaciones de violaciones del derecho internacional humanitario en Colombia, como ejecuciones, desapariciones forzadas y toma de