"Ojalá podamos avanzar y formar la Unión de América Latina y el Caribe a 200 años de nuestra independencia", apuntó hoy en una rueda de prensa el presidente de México, Felipe Calderón.
"Nos tardamos mucho, pero como dijo (el gobernante de Venezuela, Hugo) Chávez, 'más vale tarde que nunca', y eso es lo que vamos a hacer", enfatizó Calderón tras la clausura de la Cumbre de América Latina y el Caribe (CALC).
Explicó que después de la próxima cita, que será en febrero de 2010 en México, los 33 gobernantes de la región volverán a juntarse en Venezuela al año siguiente.
En la rueda de prensa conjunta con otros siete mandatarios de la región, Calderón se mostró convencido de que es posible "avanzar verdaderamente en la gran aspiración latinoamericana" de construir la unidad "sobre bases políticas, sociales, económicas y culturales para hacer valer la fuerza de la región".
El futuro organismo multilateral que englobará a los países americanos desde el Río Bravo hasta la Patagonia no funcionará con cumbres ocasionales, sino con una estructura y funciones permanentes, "con nuestras propias reglas y nuestros propios sistemas de representación e integración", dijo Calderón.
La iniciativa -impulsada por el presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, y respaldada por sus pares de la región- se ha visto favorecida por el fortalecimiento del Grupo de Río.
Los socios de este mecanismo de concertación política -que tras la incorporación ayer de Cuba engloba a casi todos los países de la región- decidieron celebrar citas presidenciales cada dos años y reuniones anuales de cancilleres.
"Hay mucho que hacer", expresó Calderón, en alusión al proceso de integración regional y a la adopción de medidas conjuntas para superar la crisis económica mundial.
Los mandatarios aceptaron, además, el ofrecimiento de Chile para albergar las reuniones de un grupo de trabajo "que permita a los países americanos articular una estrategia ante la crisis financiera y económica en el mundo y en particular en América Latina".
Calderón subrayó el hecho de que este grupo trabaje bajo la conducción de Chile, país que es visto en la región como un modelo de buen manejo de las finanzas públicas.
Las conclusiones de este equipo "servirán a los países latinoamericanos que participan en el Grupo de los 20 (México, Argentina y Brasil) para esbozar propuestas conjuntas", explicó Calderón.
Antes de la próxima cita del G-20, el bloque latinoamericano se reunirá para llevar una postura común al encuentro, que incluirá "un saneamiento rápido para detener la hemorragia financiera, la caída de los mercados y los riesgos financieros".
También plantearán "una reforma profunda" a los organismos multilaterales de crédito, especialmente del Banco Mundial y el Fondo Monetario Internacional (FMI), pero también del Banco Interamericano de Desarrollo (BID).
El presidente mexicano señaló que la crisis ha evidenciado la incapacidad de estas instituciones financieras de "dar una respuesta oportuna ante una crisis de la magnitud de la que vivimos".
Los socios latinoamericanos del G-20 también harán un llamamiento para evitar que haya un resurgimiento del proteccionismo y pedirán "una nueva regulación que evite los abusos que produjo esta crisis y que se produzcan nuevas quiebras".
"Es evidente que la mano invisible del mercado no funcionó y que hace falta la mano fuerte y visible del Estado que regule", concluyó Calderón.