Estas agrupaciones acusan a ACNUR de fallar en su responsabilidad de defender a los más vulnerables, informa la BBC. Un total de 62 personas murieron en los brutales ataques contra extranjeros y aproximadamente 100.000 personas se vieron obligadas a huir de sus hogares y muchas tuvieron que alojarse en campamentos de refugiados.
Pero las organizaciones civiles denunciaron que el personal de la ONU presente en estos campos, levantados por el Gobierno con la ayuda de ACNUR y ONG locales, trataron a los desplazados con "enorme desprecio y falta de respeto".
Varias de las ONG que trabajaron en los campamentos son las que criticaron hoy el trabajo de ACNUR, en un documento que ha sido firmado por 14 organizaciones sudafricanas entre las que se incluyen Black Sash, Campaña de Acción de Tratamiento (TAC, por sus siglas en inglés), la federación sudafricana de comercio, Cosatu y el Consejo Africano de Iglesias.
Según estas organizaciones, el personal de ACNUR trató a los desplazados internos de forma que "podría contribuir a la xenofobia" y a veces se mostraban "groseros". Además, acusan a la agencia de los refugiados de la ONU de no intervenir para detener al Gobierno sudafricano en su intención de enviar de vuelta a los refugiados zimbabuenses.
Fatima Hasan, la abogada que ha supervisado la redacción de la queja, explicó a la BBC que mucha gente que huyó de Zimbabue no ha tenido posibilidad de registrarse como refugiada. "La postura de ACNUR ha sido siempre la de reconocerles como emigrantes económicos en su defensa ante nuestro Gobierno", subrayó.
Según la abogada, ACNUR nunca se ha referido a los inmigrantes zimbabuenses como refugiados y nunca ha cumplido su mandato con respecto a los refugiados y desplazados bajo el Derecho internacional.
Una investigación interna realizada por otra agencia de Naciones Unidas, a la que ha tenido acceso la BBC, hace unas observaciones muy similares y pide que la conformación de una "comisión de investigación sobre los fallos de ACNUR" que se lleve a cabo en un "foro público".