Según él, "las víctimas, el país, Estados Unidos y el mundo lo entenderán".
Afirmando que él es "el espejo donde se miran los 'Cano', los 'Jojoy', las Farc, el Eln, las bandas emergentes, los 'don Mario'", le ofrece a Uribe incluso "mediar y dialogar políticamente con todos ellos si existe su voluntad política y la de su Gobierno".
Según Mancuso, el final de la "guerra" no será "por la fuerza de las armas ni mucho menos por el exterminio del bando contrario, sino a través del diálogo y la solución política en el marco de la justicia transicional".
En su carta, el ex jefe 'para' también hace críticas al manejo que el Gobierno le ha dado a la fase posterior del proceso de desmovilización de las autodefensas: "Los grupos emergentes son el subproducto del fracaso de la negociación en la mesa de Ralito, de no haber sabido manejar las diferentes etapas del proceso de paz".
"Esas regiones que entregué las retomaron bandas emergentes, las nuevas autodefensas, las mismas de antes, o una mezcla de ambas", asegura.
En la misiva Mancuso también le dice a Uribe que ahora "entiende" las razones por las que ordenó su extradición el 13 de mayo de 2008, incluso se lo agradece "en lo más profundo" del corazón, pues, de lo contrario, asegura, lo habrían asesinado a él y a su familia.
Mancuso también asegura que se "hubiese sumado, si me hubiesen solicitado" a quienes firmaron a favor del proyecto de referendo que busca una segunda reelección de Uribe.
En referencia a las presuntas relaciones entre miembros de la fuerza pública y el paramilitarismo, Mancuso afirma que ese será un capítulo "más doloroso y traumático que el de la parapolítica".
Según el ex jefe 'para', "al final se evidenciará que todo esto no fue objeto de decisiones individuales, sino de una política de Estado, que surgió después del asesinato de Gaitán, cuando el Estado se vinculó al crimen".