Entre las víctimas hay tres menores de edad, un presunto comandante guerrillero y dos paramilitares.
Los despojos pertenecen a personas muertas esos años por combates por el dominio territorial en esa región entre guerrilleros del frente 34 de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) y paramilitares del Bloque Mineros de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC), según pobladores y autoridades de Ituango.
Los restos recuperados serán enviados al Instituto Nacional de Medicina Legal y Ciencias Forenses para establecer su identificación plena, afirmaron las fuentes.
La ubicación de los restos y la identificación preliminar se lograron gracias a la información suministrada por familiares de las víctimas a la Unidad Nacional para la Justicia y la Paz.
Las tareas de ubicación, exhumación e identificación parcial se iniciaron hace diez días.
Los lugareños han señalado a la Fiscalía otros lugares con fosas en las que se podrían hallar más restos de víctimas de esos combates.
Bernardo Gallego, párroco de la localidad de Santa Rita, donde se localiza el cementerio, dijo en declaraciones reproducidas por la edición electrónica del diario El Colombiano de Medellín, que la mayoría de las víctimas eran campesinos de la zona que vivían en sus fincas o en el casco urbano y que "fueron asesinados sin razón".
Por su parte, Carlos Mario Gallo, alcalde de Ituango, dijo al diario que volver a saber de los familiares caídos en medio del conflicto es un clamor de la gente.
"Ellos saben que el familiar murió pero no saben dónde está, así que poder exhumar estos restos es muy positivo", indicó.
Según un informe reciente del Movimiento Nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice), en Colombia hay cerca de 60.000 víctimas de crímenes de lesa humanidad desde 1960, unos 15.000 desaparecidos y más de 3.000 fosas.
Además, el conflicto interno colombiano ha dejado más de cuatro millones de desplazados forzados y más de siete millones de hectáreas de tierra apropiada ilegalmente.