27 octubre, 2008

"Mi Hermano Fue un "Falso Positivo", Luis Esteban Montes, Soldado del Ejercito Colombiano

Semana. "Todo pasó el 30 de abril del año pasado. Yo estaba como soldado contraguerrilla en el Batallón de Infantería N.31 que opera en Córdoba. Mi compañía llevaba más de 15 días sin hacer mucho en un pueblito caluroso que se llama San Juan.
No había operaciones ni patrullajes. Los soldados estábamos simplemente ahí, sin hacer nada. Pero el Día de la madre estaba cerca y los altos mandos empezaron a preocuparse porque no teníamos resultado para mostrar, ni méritos para que nos dieran los días y poder salir a visitar a las familias. Entonces se empezó a hablar de "legalizar" a alguien. Es decir, de matar a una persona para hacerla pasar por guerrillero y así ganarse el permiso para salir. No me sorprendió del todo, pues las 'legalizaciones' son un asunto cotidiano.


La Persecucion

"Una noche, mientras yo hablaba con mi familia por teléfono, llegó mi cabo Jonathan Pineda y me dijo: "Guajiro, váyase para el cambuche que ya tenemos el 'man' al que le vamos a hacer la vuelta". Yo le pregunté que quién era, pero me mandó a callar y me advirtió que mi capitán Jairo Mauricio García había dado la orden de que no le habláramos para que no se diera cuenta de que lo iban a matar. Le pregunté: "¿De dónde es el 'man'?" y me dijo que de La Guajira. Siempre buscaban personas que fueran extrañas a la región para que ningún familiar los reclamara. De todas maneras yo tenía mucha curiosidad porque también soy de La Guajira. Entonces me salí del cambuche, prendí un cigarro y escuché que el hombre me pidió otro. No le alcancé a ver el rostro porque no había luz ni luna. Estaba lloviznando. Le regalé el cigarro y nos pusimos a charlar. Al poco tiempo me di cuenta de que era mi hermano, Leonardo Montes.

"Mi hermano se había ido de Maicao hacía mucho tiempo, cuando yo apenas era un pelao de 9 años. Por eso no lo reconocí. Pero cuando me dijo el nombre de mi papá, lo comprobé. Era mi hermano y era también al que habían elegido al azar para matarlo. No lo podía creer. Entonces me destapé. Le dije que yo era el 'niño', Luis Esteban, su hermano. Nos abrazamos y en medio de la emoción le advertí que lo iban a matar para hacerlo pasar por guerrillero. Le dije que se fuera, pero él no me creyó. Él se había hecho muy amigo de dos soldados de mi compañía que lo invitaron hasta el cambuche. Leonardo estaba seguro de que no le iban a hacer nada. Estaba engañado.

"Después de 20 minutos conversando con él afuera, me mandaron a llamar. Entonces me fui directo donde mi cabo Pineda y le dije: "Ustedes no pueden matar a ese hombre porque él es mi hermano". El cabo no me creyó y me dijo que mejor hablara con el capitán García, quien tampoco me creyó. Lo único que hizo fue insultarme. Le insistí. Le dije que le preguntara por el nombre de mi papá, de mis hermanos, de la familia, de la calle en Maicao donde habíamos nacido.

"A partir de ese momento todo fue un enredo. El capitán y yo discutimos varias horas y mi hermano lo escuchó todo. Al final, les dije que ya no me importaba si me creían o no, que ese hombre que iban a matar era mi hermano y primero tenían que matarme a mí. "Por qué no trae a un hermano suyo, capitán, o a su papá y así puede irse contento el Día de la madre. Pero con mi hermano no se pueden meter", le dije. Todos estaban muy alterados. No podían creer que la única persona que lograron conseguir para asesinar resultara ser el hermano de un soldado de su propio pelotón. El plan que tenían de buscar a alguien que no fuera de la zona, a alguien que no tuviera dolientes en el pueblo y que su muerte pasara inadvertida, se les había ido a la basura.


La Persecucion

"Después de un rato, el Capitán me dijo: "A mí no me duele la mano pa matar a ese hijueputa". Tampoco era difícil encontrar quién lo hiciera porque cada compañía tiene sus dos o tres sicarios, que son siempre los que hacen esas vueltas y se ganan su millón de pesos.

"En un momento de descuido aproveché para decirle a mi hermano que se fuera corriendo, que saltara por unos alambres, que pasara la quebrada y se fuera para la casa porque lo iban a matar. Él decía que no se iba porque ahí sí era más fácil que lo asesinaran. Logramos salir un poco del cambuche, conseguimos una mototaxi y él se fue para el pueblo. Yo me quedé pero, obviamente, esa noche no pude dormir.

"Al otro día me di cuenta de que todo había cambiado para mí. Mis compañeros me odiaban. Entonces le pedí a un coronel que me trasladara porque yo no era capaz de patrullar con la misma gente. Además estaba muy débil, pues me había atacado con fuerza el paludismo. Ese mismo día me mandaron para una compañía diferente en Puerto Libertador, un pueblo cercano a San Juan. Allá me sentí más tranquilo. Al menos no tenía miedo de que me mataran. La idea de denunciar a mis compañeros se me pasó por la cabeza, pero finalmente no lo hice en ese momento. Ya había liberado a mi hermano, que era lo más importante, y quería evitarme problemas con mis superiores.

"Como al tercer día de estar en Puerto Libertador escuché que la compañía donde yo estaba antes había "dado una baja". Me entró la duda por mi hermano y le pregunté a un soldado si sabía quién era el muerto. Él me contestó que no, pero que un carro lo estaba recogiendo para llevarlo al cementerio.

"De inmediato me fui para donde una tía que vive en Puerto Libertador y le conté todo. Le pedí que me acompañara al cementerio. Cuando íbamos caminando hacia allá, pasó el carro con el muerto pero tenía la carpa abajo y no pudimos verle la cara. Cuando llegamos al lugar, el muerto ya estaba en el piso envuelto en un plástico blanco. Yo me tiré sobre él, rompí la bolsa y me di cuenta de que era mi hermano, Leonardo. El hueco ya estaba listo y dos soldados lo agarraron de los pies y de las manos y lo tiraron así, sin ataúd ni nada. Supuestamente, le encontraron una granada y un arma en las manos. Pero ya hay un testigo en el pueblo que dice que él le vendió esa pistola al Ejército y yo me acuerdo cómo, días antes al 30 de abril, dos soldados de mi pelotón la estaban limpiando con orina para borrarle las huellas.

"Después de ver todo esto llamé a mi familia en Maicao. Les conté todo y ellos vinieron por él hasta Córdoba para darle cristiana sepultura. Fue entonces cuando decidí demandar al Estado. Pero el mundo se me vino encima. Estoy en permanente estado de alerta porque pienso que me puede pasar algo. Me da miedo comer lo que me dan en el Ejército y aunque ya completé tres años en la institución y hoy estoy en el Batallón Juan del Corral, en Rionegro, Antioquia, la única función que puedo cumplir es recoger la basura de todos. No puedo ir a zonas de combate porque tengo medidas especiales de protección. Además, muchos me tienen la mala porque saben de la demanda y de mi historia. Yo espero que todo esto pase muy rápido. El caso lo tiene una fiscal de derechos humanos, quien está investigando a los siete militares implicados en mi caso. El día que se haga justicia veré qué otro rumbo le doy a mi futuro. Lo que pasó con mi hermano me cambió completamente la vida y creo que ya merezco un poco de tranquilidad".
Share:

La crisis financiera causará un aumento de la inmigración clandestina, según alertó hoy Sharan Burrow

Manila, 27 oct (EFE).- La crisis financiera causará un aumento de la inmigración clandestina, según alertó hoy Sharan Burrow, presidenta de la Confederación Internacional de Sindicatos, que agrupa organizaciones de 155 países.
"La reacción de los gobiernos ante el aumento del paro ha sido anunciar la expulsión de inmigrantes para poder ofertar esos puestos de trabajo a sus ciudadanos, como ocurrió durante la crisis de Asia, en 1997. Esto sólo contribuirá a aumentar la inmigración ilegal pues no existen alternativas para los inmigrantes en sus países de origen", advirtió esta activista.

Actualmente, existen 40 millones de indocumentados, 10 de ellos en Estados Unidos, según Borrow, encargada de inaugurar las jornadas de debate civil del segundo Foro Global sobre Migraciones y Desarrollo, que se celebra hasta el próximo 30 de octubre en Manila.

"La crisis provocará la destrucción de 20 millones de puestos de trabajo y los primeros en sufrirlo serán los inmigrantes. Especialmente, cuando uno de los sectores más dañados es la construcción, donde hay mucha mano de obra extranjera", explicó Burrow.

La ralentización económica también afectará a los países de origen de los inmigrantes, dependientes en un alto porcentaje de las remesas que estos envían a sus familias.

"Estamos hablando de miles de millones de dólares. Filipinas, por ejemplo, recibe 15.000 millones de dólares de remesas. Hay países como Moldavia, donde éstas representan el 20 por ciento del Producto Interior Bruto", enfatizó.

Pero éstos no son los únicos retos que afronta la inmigración debido a la actual situación económica.

Oscar Chacón, director de la Alianza Nacional de Comunidades Latinoamericanas y Caribeñas y uno de los delegados de 170 países presentes en las discusiones, alertó de que "los sueldos de los inmigrantes bajarán debido a la fuerte competencia y subirán la xenofobia y la discriminación".

"Además, la reagrupación familiar será más complicada debido a las restricciones anunciadas por los gobiernos", añadió.

Sin embargo, Chacón es optimista al entender que "una crisis es una oportunidad de cambio. Hay que introducir mayor transparencia en el sistema financiero pero también aprovechar para mejorar las políticas migratorias".

El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, asistirá el miércoles a la inauguración de las conferencias gubernamentales del foro, que reunirá a 15 ministros y viceministros de Inmigración de países como Ghana, Suráfrica o Irak, los próximos 29 y 30 de octubre.

El foro, dividido en jornadas de la sociedad civil y gubernamentales, es de carácter consultivo y fue auspiciado por el anterior secretario general de la ONU, Kofi Annan, en septiembre de 2005, durante un debate en la Asamblea General de la institución en Nueva York.

El primer foro se celebró el año pasado en Bruselas.
Share:
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...
Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...

face

apartado-trujillo

Etiquetas

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

refugiados sirios

Archivo del blog