Richard Faulk, de origen judío, en entrevista concedida a BBC Mundo, condena firmemente los bombardeos israelíes y cuestiona a la comunidad internacional por la falta de medidas más severas frente a la agresión contra la Franja de Gaza. A su juicio sería equivocado equiparar la agresión israelí con la palestina
Con el apoyo de Estados Unidos, y poco "impresionado" por las críticas y los pedidos internacionales de alto el fuego, Israel continuó por cuarto día consecutivo el bombardeo sobre la franja de Gaza con disparos sobre el edificio principal de los dirigentes del movimiento de resistencia islámica Hamas y otros inmuebles gubernamentales.
El territorio palestino, donde se ha registrado un saldo de 345 muertos -21 niños incluidos-, fue declarado por el ejército israelí "zona militar cerrada", lo que implica que medios de información y equipos de asistencia humanitaria quedarán sin acceso o lo tendrán de forma limitada, durante una inminente ofensiva terrestre.
"Tenemos una guerra total contra Hamas", sostuvo ante el Parlamento el ministro de Defensa israelí, Ehud Barack, quien precisó que la "ofensiva será ampliada y agudizada tanto como sea necesario", mientras que continuaba la concentración de tanques y tropas en los límites de la franja con el Estado israelí.
Barack no fue el único funcionario israelí que endureció el tono de sus declaraciones sobre el partido que en 2006 ganó en un proceso electoral el gobierno palestino.
El viceprimer ministro Haim Ramon afirmó que el objetivo de la operación Plomo endurecido "es derrocar al régimen de Hamas", y el subjefe del estado mayor, el general Dan Harel, aseguró que después de la movilización militar no quedará ningún edificio de Hamas en pie en Gaza. "Lo peor está por llegar", agregó. En palabras de la canciller israelí, Tzipi Livni, la ofensiva continuará hasta lograr lo que denominó un nuevo equilibrio de poder entre Israel y Hamas.
Hasta el domingo los dirigentes israelíes afirmaban que el objetivo del operativo era terminar con el lanzamiento de cohetes de fabricación artesanal hacia el sur de su país desde la franja de Gaza, sometida desde hace varios años a un bloqueo económico y energético, en represalia por las acciones de la resistencia palestina.
Según reportes de las agencias internacionales, los hospitales de la franja de Gaza se encuentran en un estado de "caos" absoluto a causa del "flujo constante de heridos".
Además de la ciudad de Gaza, otras localidades afectadas por los bombardeos israelíes son Jan Yunes, en el sur de la franja, Beit Lahia, Beit Hanun y Jabaliya.
La población en Gaza permanece en sus hogares sumida en el temor. "No podemos dejar solos a los niños. Tiemblan cada vez que hay un ataque, y hemos dormido poco", declaró una residente de la ciudad, madre de siete pequeños.
Para hablar de esta situación, la BBC entrevistó al relator especial de Naciones Unidas para los territorios palestinos, Richard Faulk.
En el pasado Israel ha acusado a Faulk de falta de imparcialidad, pero el representante internacional dice que sería equivocado equiparar la agresión israelí con la palestina.
Faulk, de origen judío, es profesor emérito de Derecho Internacional en la Universidad de Princeton, Estados Unidos.
¿Cómo usted caracterizaría lo que los israelíes están haciendo en Gaza?
Israel está cometiendo una espeluznante serie de atrocidades, utilizando armamentos modernos contra una población indefensa, atacando a una población que ha estado sufriendo un severo bloqueo durante muchos meses, e ignorando la posibilidad de restablecer un cese el fuego que los líderes de Hamas habían propuesto.
Me siento estupefacto por el hecho de que la comunidad internacional no haya tomado medidas más decisivas como respuesta ante lo que está ocurriendo.
Usted utilizó la palabra "atrocidades". ¿Considera que se están cometiendo violaciones de las leyes internacionales en materia humanitaria?
El propio bloqueo incumple las dos obligaciones más fundamentales de una fuerza de ocupación: en primer lugar, evitar castigar colectivamente a la población civil y, en segundo, garantizar que la población ocupada tenga suficientes alimentos y suministros médicos.
Este bombardeo no se puede ni siquiera describir como desproporcionado: es un acto de agresión incondicional contra una población indefensa hacia la cual Israel tiene especiales responsabilidades internacionales bajo la Convención de Ginebra y en relación con la Carta de Naciones Unidas.
Usted dice que lo que está pasando no tiene justificación. Pero, en su calidad de relator especial de Naciones Unidas en temas de derechos humanos en los territorios ocupados, usted tiene el deber -hasta cierto punto- de ser imparcial sobre lo que está pasando. ¿Las personas que viven en el sur de Israel, que se han visto sometidas a repetidos ataques con cohetes desde Gaza, no tienen también derechos?
Por supuesto que tienen derechos y yo he dicho, una y otra vez, que los ataques con cohetes son inmorales e ilegales. Pero, desde ningún punto de vista legal o moral, esos ataques pueden justificar represalias de esta magnitud.
¿Y qué cree de la acusación de los israelíes de que usted no es nada imparcial?
¿Y por qué deberían ellos considerarme imparcial? Eso no es más que una desviación de las verdaderas preguntas que se deben hacer: ¿Estoy siendo preciso? ¿Estoy siendo veraz? No es mi deber decir que realidades desiguales son iguales. Si lo hiciera, estaría incumpliendo con mi responsabilidad como relator especial.