Así se sienten en Colombia varios de los familiares de 29 militares, policías y civiles que las Farc mantienen en su poder por motivos políticos, dos meses después del rescate de Ingrid Betancourt y de 14 rehenes, entre ellos tres estadounidenses. Por Hernando Salazar de BBC Mundo.Y esa soledad se ve en las concentraciones que siguen haciendo los familiares todos los martes en la Plaza de Bolívar de Bogotá y en marchas como la que hicieron el pasado fin de semana al santuario de Las Lajas, en el sur del país.
Marleny Orjuela, la presidenta de la Asociación de Familiares de Militares y Policías en poder de las Farc, Asfamipaz, se queja de los medios de comunicación, del gobierno, de las Farc, de la comunidad internacional e incluso de los comités que lucharon por la libertad de Ingrid Betancourt.
"¿Dónde están?, ¿Qué se hicieron?, ¿Era verdad que los comités iban a seguir trabajando por los demás secuestrados?", se preguntó Orjuela en diálogo con BBC Mundo.
Ella dice también que las familias de los soldados y policías secuestrados esperan que Ingrid Betancourt vuelva a Colombia para ayudarlos a buscar la libertad de los que quedan cautivos.
La líder de los familiares, cuyo primo, un policía, fue liberado por las Farc en un intercambio humanitario a mediados de 2001, admite que tras el rescate de Ingrid pareciera que la opinión pública se hubiera olvidado del tema.
"Se olvidaron de 26 policías y militares que se siguen pudriendo en las selvas, de tres políticos y de muchísimos civiles más secuestrados. Nosotros no somos extranjeros, pero somos seres humanos con dignidad", señala.
Orjuela aventura una explicación y afirma que los familiares de policías y militares secuestrados "no tenemos un color especial que les dé audiencia a los medios y tampoco subimos las encuestas".
¿Segundo plano?
También se queja el congresista Mauricio Lizcano, presidente de la Comisión de Paz de la Cámara de Representantes, e hijo de Óscar Tulio Lizcano, un político que el mes pasado cumplió ocho años en cautiverio.
"Desde que liberaron a Ingrid el tema de los secuestrados pasó a un segundo plano. No se volvieron a escuchar reclamos por la liberación ni por el acuerdo humanitario. La comunidad internacional, que era tan acuciosa, especialmente Francia, no volvió a decir nada", le dijo Lizcano a BBC Mundo.
El congresista confiesa que se siente "triste y desolado" con lo que está pasando.
Pero, en diálogo con BBC Mundo, Darío Fernando Patiño, codirector de Noticias Caracol, uno de los principales informativos de la televisión colombiana, asegura que "es injusto" acusar a los medios de olvido.
"Después del rescate de Ingrid hicimos la gran marcha del 20 de julio por los demás secuestrados, volvimos a hablar del tema cuando las Farc publicaron la lista de 29 "canjeables" y hace poco recordamos el aniversario de Óscar Tulio Lizcano", afirma Patiño.
Según él, es probable que ya no haya tanta información sobre los secuestrados, pero rechaza que los medios estén pensando más en la sintonía.
El periodista Carlos Lozano, director del semanario Voz, del Partido Comunista, es escéptico sobre el futuro de los demás secuestrados.
Acuerdo humanitario
Lozano le dijo a BBC Mundo que ve "en un punto muerto" la posibilidad de que el gobierno colombiano y las Farc pacten un acuerdo que permita intercambiar secuestrados por guerrilleros presos.
"La única luz que se ve es el reciente comunicado de las Farc, donde insisten en el intercambio, pero no hablan del despeje (desmilitarización) de Florida y Pradera (dos pueblos del suroccidente del país), sino que piden garantías", señala.
Sin embargo, no se hace muchas ilusiones. Y dice tras el rescate de Betancourt el gobierno canceló los buenos oficios de la comunidad internacional en busca de un intercambio.
"El comisionado de Paz, Luis Carlos Restrepo, dice que sigue buscando contactos con las Farc, pero no los ha conseguido, y yo veo muy difícil que un golpe como la Operación Jaque se repita", añade.
El dirigente político se queja, además, de que varias personas como él y el emisario suizo Jean-Pierre Gontard, que han trabajado en la búsqueda de un intercambio humanitario, estén siendo investigadas ahora por supuestos vínculos con las Farc.
Pero el gobierno ha dicho que sigue trabajando por la liberación de los secuestrados que siguen en poder de las Farc.
Hace poco, el canciller, Jaime Bermúdez, le dijo a BBC Mundo que "para el gobierno de Colombia es una preocupación enorme lograr la liberación de todos los secuestrados" y que a pesar de que no esté usando mediadores internacionales, sí está buscando un "acercamiento directo con la guerrilla".
Mientras tanto, los familiares de los policías y soldados en poder de las Farc siguen saliendo con sus fotos y pancartas todos los martes a la emblemática Plaza de Bolívar de Bogotá.
