Durante un enfrentamiento entre las Farc y el Ejército en Corinto, Cauca, murieron dos indígenas. El Comandante de Tercera Brigada dice que la zona está en contubernio con las Farc.
Fecha: 05/30/2008 -
El indígena Silvio Chaguendo y su hermana Luz Amparo salieron hace poco de Tacueyó, Cauca, su pueblo, hacia el municipio vecino de Corinto. Iban con la intención de trabajar en la cosecha de café, que ya está de recoger en esta época.
En esa labor estaban este jueves después del medio día cuando sintieron el sobrevuelo de helicópteros militares. Se trataba de un operativo conjunto de la Fuerza Aérea y el Ejército contra un campamento que el sexto frente de las Farc tenía en un sector conocido como La Comunera, en la parte alta de Corinto.
Según el general Jaime Esguerra Santos, comandante de la Tercera Brigada, los militares estaban haciendo una operación puntual en un lugar donde informaciones de inteligencia les habían dado algunas certezas. “Sabíamos que ahí había insumos químicos para producir cocaína, armamento, uniformes militares y sabíamos que estaban los cabecillas ‘Jaimito’ y ‘Dago’”, explicó el General a SEMANA.COM.
Con base en esos datos, se organizó la operación. En la primera entrada de los helicópteros a la zona del campamento y lanzaron las primeras ráfagas desde el aire y se hizo el desembarco de los soldados que iban en ellos. Luego, en la segunda entrada de los helicópteros, fueron hostigados y se inició el combate.
Los indígenas Silvio y Luz Amparo, al escuchar los disparos, se asustaron y se fueron corriendo para la casa y se arrojaron en el suelo de la cocina, para evitar recibir disparos. Pero ellos no fueron los únicos atemorizados. También hubo pánico en una escuela que está cerca al lugar del enfrentamiento entre soldados y guerrilleros.
Según cuentan los indígenas, lo que pasó después fue terrible. Hombres armados, al parecer del Ejército, entraron a la vivienda y dispararon contra los hermanos Chaguendo. Quedaron tendidos en el suelo. Silvio tenía un disparo en la cabeza y su ojo izquierdo quedó destrozado. Luz Amparo quedó con un impacto de bala en la frente. Al salir, los hombres, que vestían prendas militares, dijeron: “la cagamos”, y se fueron, de acuerdo con el relato de una pariente que estaba en la casa en ese momento.
Lo que vino luego, podría explicarse como una mutua desconfianza entre autoridades y civiles. Los indígenas rodearon la casa. Durante unas cuatro horas impidieron la entrada de los soldados y los funcionarios del DAS que los acompañaban para hacer la inspección de los cadáveres. Los indígenas temían que ellos modificaran la escena.
Durante ese tiempo, hicieron tomas en video de los cuerpos y de la casa, mientras esperaban que llegara el Cabildo de Tacueyó para hacer el levantamiento junto con el DAS. Pero como los indígenas del pueblo vecino no llegaron, el Cabildo de Corinto aceptó hacer el levantamiento junto con los funcionarios judiciales.