27 agosto, 2009

Cruz Roja y el Derecho Internacional Humanitario

Wikipedia. Cruz Roja es el nombre común con que se conoce al Movimiento Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja, también llamado Cruz Roja Internacional, que esta integrada por [1] :

* Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR).
* Federación Internacional de Sociedades de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja (FICR).
* 186 Sociedades Nacionales de la Cruz Roja y la Media Luna Roja.

La Cruz Roja tambien es el emblema inicial del Movimiento, inversa de los colores de la Bandera de Suiza, en reconocimiento a sus fundadores y su neutralidad. La Cruz Roja, junto con la Media Luna Roja y el Cristal Rojo sobre fondo blanco, son emblemas humanitarios reconocidos oficialmente por casi la totalidad de países del mundo y su uso esta enmarcado en el Derecho Internacional Humanitario, por lo que deben ser respetados en toda circunstancia, para que se puedan desarrollar las labores humanitarias en los desastres y conflictos armados.

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Cruz Roja




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“En Puerto Boyacá la verdad está enterrada”: Botalón

Verdad Abierta. Puerto Boyacá era célebre porque a la entrada del municipio se podía ver una valla en la que se leía que ésta era la capital "antisubversiva" de Colombia. Allí, Arnubio Triana conocido como ‘Botalón’, se convirtió, desde 1994, en el jefe de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá.

En este municipio de Boyacá se gestó un modelo de paramilitarismo que dejó, en más de tres décadas de violencia, alrededor de cinco mil víctimas, entre líderes campesinos, militantes de la Unión Patriótica, maestros, sindicalistas, mujeres y niños.

El grupo paramilitar de 742 hombres que se desmovilizó junto a ‘Botalón’ el 28 de enero de 2006, fue la herencia de los grupos paramilitares nacidos en los ochenta en el Magdalena Medio. Los primeros ‘paras’ de esa región fueron comandados por Gonzalo y Henry de Jesús Pérez y luego por el oficial del Ejército Luis Antonio Meneses alias ‘Ariel Otero’, y se desmovilizaron en diciembre de 1991 (Ver artículo). También ya es público que estos paramilitares tuvieron a varios miembros de las fuerzas militares como cómplices y que se sabe que fueron entrenados por mercenarios israelíes como Yair Klein.

Desde la cárcel de Itaguí, 'Botalón', quien fue jefe desde 1994 de las Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá, le contó a Verdad Abierta su versión de la historia del modelo paramilitar que intentaron implantar los paramilitares en esa región.

'Botalón' dirigió un grupo de diez frentes que delinquieron en Puerto Boyacá (Boyacá) y en municipios de Santander como Cimitarra, Puerto Parra, Landazuri, Bolívar, El Peñón, El Carmen y San Vicente de Chucurí, con la pretensión de estar combatiendo a la guerrilla.

Este paramilitar nacido en Yacopí (Cundinamarca) en 1967, estuvo acompañado durante la entrevista por alias 'Lucho', Orlando de Jesús Arboleda, quien dice haber sido “jefe político” de este grupo paramilitar.

Sus inicios en las Autodefensas del Magdalena Medio
Verdad Abierta: ¿Cómo fue su inicio de las Autodefensas en el Magdalena Medio?
Botalón: Nací en Cundinamarca, en Yacopí, en 1964, y mis padres me trajeron muy pequeñito a Cimitarra, Santander.

Con mi familia estuvimos toda la vida en el campo. Y entonces nos encontramos con ese problema de guerrilla y de autodefensas. Andábamos en el medio del conflicto.

¿Qué nos tocó hacer? Uno no se podía quedar neutro en su zona, había dos grupos y uno tenía que coger para alguno de los dos lados para poder salvar la vida.

Nosotros éramos cuatro hermanos, entonces nos infundieron a todos que teníamos irnos por la guerrilla y listo. Yo decidí irme para las autodefensas para poder salvar mi familia. Empecé como escopetero en una vereda de Cimitarra, en 1986.

Allí había un comandante que era Manuel Basabe, puesto por Henry y Gonzalo Pérez. Con él nos organizamos como escopeteros. En 1988 decidí ingresar directamente a las filas. Me fui a una escuela de formación de las Autodefensas que tenía Gonzalo Pérez que se llamaba la ‘01’. En los cursos enseñaban cuál era el objetivo de ser autodefensa, por qué combatir a la guerrilla. Era una formación militar y política.

En esa escuela hice un curso de dos meses. De ahí me sacaron para unos pueblitos, uno llamado Puerto Romero, en donde debía acompañar a un líder que había en esa zona. Sólo duré 15 días porque me trasladaron para el pueblito en donde me crié, San Fernando (Cimitarra, Santander).

Nosotros éramos tres o cuatro muchachos que contestábamos un radio y acompañábamos al comandante, quien controlaba la zona y le reportaba a Henry Pérez, y él a su vez le enviaba instrucciones. Se hacían reuniones con las comunidades y se entrenaba gente. En ese pueblo estuve hasta la desmovilización de 1991.

VA: ¿Y cómo fue el proceso de desmovilización?
B: Muere Gonzalo Pérez y luego Henry Pérez, entonces la organización queda en cabeza de ‘Ariel Otero’, un ex oficial del Ejército. Cuando nos damos cuenta Otero organiza con el gobierno Gaviria la desmovilización. Entonces nos ordenan presentarnos para desmovilizarnos. Uno acostumbrado a cumplir órdenes aceptó, mandaron unas camionetas y nos recogieron.

Llegamos a Puerto Boyacá en diciembre del 91. Llevamos las escopetas que teníamos allá y a mí me llevaron al puesto de policía de Puerto Boyacá. Entonces una señora gringa nos empezó a investigar. ¿Qué cuando habíamos ingresado?, etcétera.

Llegaron autodefensas de todo el país, llegaba gente de Cundinamarca, de Antioquia, de Caquetá, de Caucasia, a entregar las armas.. Me acuerdo mucho que donde uno entregaba el arma, allí estaba la Policía.

Como a los ocho días ‘Ariel Otero’ me dio 300.000 pesos y yo arranque con mi papá, mi señora y mi hijo a seguir laborando en lo que yo sabía: la ganadería. Y vuelvo a San Fernando (Cimitarra) a trabajar en la finca del esposo de una tía.

En Puerto Boyacá se quedó ‘Ariel Otero’ con algunos ex comandantes. Desde 1991 empiezan a matar comandantes como ‘El Zarco’ y ‘Santomano’ y entonces queda al mando un paramilitar que se conoció como ‘Policía’ (Domingo Bohórquez).

Al tiempo me encontré con ex compañeros que estaban trabajando con ‘Policía’. Entonces en una oportunidad, ‘Policía’ me pidió un favor y empecé a colaborar con ellos. Luego muere ‘Policía’ y estos muchachos me llaman y me dicen: "‘Botalón’, como usted nos conoce y nos ayuda, oriéntenos". Entonces ahí empecé a orientar a estos muchachos y a conformar la gente. Había que unirla. Y es donde nace mi nombre como comandante de las autodefensas. Eso fue en marzo o abril de 1994.

La autodefensas de 'Botalón'
VA: ¿Por qué vuelven a renacer las Autodefensas?
B: Porque estos muchachos quedan volando y a la deriva. Además había un grupo de guerrilla que venía avanzando y nosotros no queríamos volver a tener guerrilla.

Organizo Puerto Boyacá, donde ‘Policía’ ya tenía gente, y también en sitios como San Fernardo, Puerto Eladio. Le puse la cara. Fue muy difícil porque entonces me encontré con el problema de Jairo Correa Alzate(reconocido narcotraficante del Magdalena Medio) quien tenía un sector dominado y el de Ramón Isaza que tenía problemas con la gente de Puerto Boyacá. Fui como un mediador. Me costó mucho trabajo pero lo logré. Acuérdese que en ese momento todo comandante que llegaba se moría.
VA: ¿Cómo fueron esos años de reorganización?
B: En la zona habían quedado unas costumbres, a los ganaderos les habían impuesto unas cuotas obligatorias y volví a recoger esa cuota. Hablar con ellos, me costó mucho trabajo, pero cambió cuando ellos vieron que hice el trabajo que tenía que hacer. Se pararon los problemas, no más muertos y más tranquilidad. Defendimos el territorio y peleamos con la guerrilla. Por ejemplo, empecé a pelear en sitios como el río Carare, en municipios como Landázuri, El Peñón y Bolívar (Santander).

VA: ¿De dónde viene el nombre de ‘Botalón’?
B: Me lo puso Manuel Basabe, un ganadero de la región que ya murió. Un día nos llamó a un establo, a formar por orden de estatura y yo era el primero. Entonces hay unas personas más altas que mi persona(sic), entonces el viejo me dice: "usted parece un botalón" (poste clavado en el suelo en el que se ata a los animales) y ahí nació el apodo.

VA: ¿Y qué pasó con Ramón Isaza?
B: El mismo me contó su historia. A él lo llama ‘Ariel Otero’ y le dice que le va a dar un permiso porque no tiene, pero antes de que se diera cuenta ya le habían recogido las armas que 'Don Ramón' tenía en La Merced (Puerto Triunfo, Antioquia). Pero tengo entendido que 'don Ramón' no se desmovilizó en Puerto Boyacá. Él se abre y comienza a correrle(pelear) a la gente de Puerto Boyacá, en ese caso a Ariel y con la de Pablo Escobar. Entonces vuelve, nace y se organiza otra vez como autodefensa. Cuando organizo mis hombres con los que me desmovilicé, sabía que Ramón en su zona.

Y le debo respeto porque es un señor muy antiguo en las autodefensas, pero lo mío fue aparte. En esa época yo me reunía con él, me daba consejos, pero su organización fue aparte de la mía, éramos vecinos.

VA: ¿Y ‘El Águila’?
B: Con 'El Águila' limitaba por el Río Negrito. Del río para allá subía hasta Río Negro, me subía por Puerto Romero. Entonces ya sabíamos los límites de la organización de 'Don Ramón', la organización del ‘Águila’ y la mía. Después llegó el Bloque Central Bolívar. Y esos eran los bloques con los que limitaba.

VA: ¿En esos inicios de que más se financiaban?
B: Nosotros seguimos con las mismas costumbres que tenia la organización vieja. Sabíamos que Henry Pérez le había puesto una cuota por hectárea a los ganaderos. Esa cuota no era voluntaria, era obligada. Los ganaderos vieron que me estaba organizando y que me puse a conciliar, para los cobros delegue a algunas personas. La cuota obligatoria de 7 mil pesos por hectárea. Recogíamos 250 millones de pesos anuales.

Con esto convivimos un poco de tiempo. Eso fue hasta 1998-1999. Luego tuve un problema con Correa Alzate quien tenía como uno de sus negocios el hurto de combustible y laboratorios en la zona. La gente pensaba que yo lo estaba haciendo y me tocó hablar con él, a través de un muchacho que le decían 'Media Vida'. Me les pare como durito, como a pelear con ellos, entonces aflojaron.

A finales de 1998 o 1999 necesito más hombres porque lo que me daban los ganaderos no me alcanzaba. De 40 paso a tener 80 hombres.

VA: ¿Y cómo hizo para sostener esa tropa?
B: En la organización nos enseñaron que cuando entraba un hombre a las autodefensas teníamos que darle una bonificación. Mensualmente se pagaba una plata, era como una nómina. Para pagar 80 muchachos tiene que buscar la plata y fue así como empezamos a robar combustible –a finales de los 90-, lo habíamos aprendido de Correa.

A medida que crecimos íbamos financiándonos, entonces les cobrábamos un porcentaje a los contratistas de las empresas (petroleras). también le cobrarmos a los laboratorios(de coca).

Alias `Lucho’: El presupuesto que uno calculaba iba entre 800 mil y millón y medio de pesos mensual por sostener un hombre en pie de guerra.

B: Entonces ya íbamos comprando fusiles, organizándonos más y mirando la forma como financiarnos, a quien cobrarle más.

L: El robo de combustible fue el fuerte de la financiación de las autodefensas del Magdalena Medio. Si bien ya no había una presencia activa de la guerrilla, se necesitaba sostener lo que ya se tenía. Es decir había un trabajo social y presencia de patrullas cuidando que la guerrilla no se pasara.

VA: ¿Y cómo le cobraban a las empresas contratistas?
B: El contratista que llegaba a la zona era abordado por unas personas delegadas que les decían: "si ustedes están en los Llanos o en alguna zona de guerrilla, tiene que aportar primero una plata para poder trabajar". Acá es lo contrario, nosotros hace rato peleamos contra el enemigo que es la guerrilla y acá hay autodefensas, colabórenos con algo.

L: ¿La guerrilla que hace en una zona? Si la economía de la zona es narcotráfico, se benefician del narcotráfico; si es ganadería se benefician de la ganadería; si es la minería se benefician de la minería; las mismas prácticas teníamos que implementar nosotros, porque éramos una organización ilegal al margen de la ley. Entonces si llegaba un contratista lo mismo. Tenemos que aceptar que era una extorsión para la gente. Un contratista de Ecopetrol hacia un contrato de 100 o 200 millones de pesos, con un margen de ganancia de cuarenta o cincuenta millones. Entonces le decíamos: "Aquí se le está brindando seguridad, entonces pague un impuesto de guerra".
Nosotros éramos como un Estado dentro del Estado y teníamos nuestras leyes.

VA: ¿Y se apropiaron de recursos públicos?
L: Nunca participamos de los presupuestos de las alcaldías o gobernaciones. Ni apoyamos con plata a políticos, pero si velábamos que no se robaran la plata de los presupuestos: que en el plan de gobierno y en los planes de desarrollo prometían a la comunidad un puente, tenían que cumplirle a la comunidad. Pero siempre se le dio libertad a la gente de votar por quien quisiera y a la hora que quisiera.

VA: ¿había vínculos de las autodefensas con la Fuerza Pública?
B: Allá en Puerto Boyacá, nuestras relaciones con la fuerza pública eran distintas. Yo jugaba futbol con unos policías. Pero, ¿Quién era ‘Botalón’?: ‘Botalón’ era uno más del pueblo. Le pongo un ejemplo para explicarle como nos movíamos en ese campo: ‘Lucho’ unos de los comandantes del frente Velandia tenía que movilizarse por esas zonas, pero ‘Lucho’ andaba de civil, tenía su arma, la cargaba con papeles y salía de Puerto Boyacá y vivía en puerto Boyacá y todo el mundo allá sabía que era de las autodefensas pero no tenía ningún requerimiento, ni nosotros teníamos que darlo. Nosotros no teníamos orden de captura, nosotros no andábamos con un camuflado encima, entonces nosotros hacíamos este tipo de trabajo y no teníamos necesidad de hacer convenios con ellos.

L: El frente Velandia se enfocaba a lo social y a lo político. ¿Qué necesidad teníamos nosotros de ir a coordinar con un Coronel o con un teniente un trabajo social con la comunidad? Es muy posible que el Ejército supiera que en El Marfil habían autodefensas, pero si iban lo único que encontraban era un montón de gente civil, trabajando por las comunidades, organizando escuelas, organizando bazares para pintar una escuela, para celebrar el día de los niños, para celebrar el día de la madre.

Durante el tiempo que fui autodefensas, nunca tuve una orden de captura. Es más, aquí estoy recluido sin tener una orden de captura, vine y me presente voluntariamente. A 'Botalón' le legalizaron la captura tres meses después luego de haberse presentado voluntariamente, no sabían ni si quiera el nombre, ni siquiera como se llamaba.

B: Es muy posible que tengamos unos comandantes de algunas áreas que en sus versiones si van a tener que hablar de este tema.




La segunda desmovilización
VA: ¿Qué pasa cuando Carlos Castaño crea las Auc en 1997?
B: Carlos Castaño nos invitó, pero fue una invitación política, para darle una presentación en el papel a nivel nacional, así se crean las Autodefensas Unidas. Pero siempre he dicho que eso fue en papel porque a mí Carlos Castaño nunca me dio una orden. Nos invitó a que hiciéramos parte de las Auc y nosotros no nos podíamos sentir ajenos a las Autodefensas Unidas de Colombia.

VA: ¿Se adhirieron a las Auc, pero no recibieron órdenes de Castaño?
B: Nunca. Era el señor más respetado y el comandante de las Auc a nivel nacional y respetábamos sus políticas y sus ideas, pero que el dijera ‘Botalón’ haga esto o aquello, no. Recibíamos directrices de él porque eran de las Auc, pero en este caso el comandante de este bloque fui yo.

Las únicas ordenes que dio fue como en el 2000 o 2002 porque habían unos grupos de autodefensa pequeñitos, unos frentes, que bregáramos a que se adhirieran a algún bloque. Luego, cuando se habló de sacar a un Senador, que votáramos todos, fue una orden a nivel nacional. En este caso no es desconocido: el dijo "que las Auc apoyáramos a un candidato al Senado". No eran órdenes, eran como directrices que el mandaba y cada institución era libre de tomar las decisiones.

VA: ¿Y cómo se empieza a pensar en la desmovilización?
B: La idea de la desmovilización fue un proyecto del gobierno nacional, por medio de los Castaño y por medio de la invitación que nos hicieron. Que teníamos que sentarnos a un cese de hostilidades y a un acuerdo con el gobierno. Entonces nosotros comenzamos en el sitio de concentración que era Ralito y nosotros no nos sentimos ajenos a eso.

L: en un principio la etapa de acercamiento se le encargo al comandante Álvaro Sepúlveda, a mí y a una comisión, ya que por seguridad 'Botalón' no se desplazaba. Empezamos a subir a las reuniones a principios del 2003, al tiempo con los acercamientos con el gobierno. Todos los grupos de autodefensa y nosotros no podíamos ser la excepción. Ya cuando se sentaron a dialogar las autodefensas con el gobierno y que se crea la zona de Santa Fe de Ralito, el comandante ‘Botalón’ empezó a asistir a las negociaciones.

B: Entonces me iba para Ralito y le pedía el permiso al señor comisionado y le decía que tenía que viajar a la zona a reunirme con mis tropas para irlos preparando para desmovilización. No fue fácil: llegaba a la zona y me quedaba quince días trabajando con las tropas diciéndoles del proyecto con el gobierno, animándolos, me gaste como unos tres años. Así fue como tratamos de convencer a todos esos hombres que han sido de generaciones de autodefensas y que en el pasado se había sentido traicionados. Pero mirando la historia de la desmovilización y de la lucha, nosotros no fuimos vencidos.

VA: ¿Y cuando se conocerá la verdad sobre las autodefensas en Puerto Boyacá?
B: Puerto Boyacá tiene una historia muy grande. Esa verdad está enterrada, porque lo que pasó en Puerto Boyacá, la historia de Gonzalo Pérez, Henry Pérez y sus comandantes no podemos saberla. Entonces nosotros solo éramos patrulleros.

Hoy en día nos preguntan en nuestras versiones: si nosotros sabemos de eso. En ese entonces le teníamos mucho respeto a Henry, respeto y miedo, porque uno para llegar a que un señor de esos le diera una orden era muy difícil, casi ni el saludo. Entonces, en la actualidad, hay muchas víctimas que le preguntan a uno si sabe cosas de ese entonces. Que bueno saberlas para poderlas contar. Pero las víctimas no le creen a uno, ellos creen que uno sabe todo lo que hizo Henry y no es verdad. Porque él tenía sus hombres en unas zonas, y además él me mando por allá a esos sitios que le estoy diciendo y de los cuales tengo pruebas.

Desde 1994 hasta la fecha de la desmovilización estoy contando lo que hicimos, mis responsabilidades, mis obligaciones, las órdenes que di. Entonces se le hace a uno muy difícil contestarles unas preguntas a las víctimas. Que bueno que lo pudieran saber. Por eso digo que la verdad histórica de Puerto Boyacá está enterrada, porque estos señores están muertos.

VA: ¿Cómo se mantuvo tanto tiempo al frente de las autodefensas de Puerto Boyacá?
B: Me puse organicé para pelear con el enemigo contra, no me puse a hacer otras cosas. Cuando me desmovilizo y me entrego a la autoridad duré tres meses sin orden de captura. Estaba por Puerto Boyacá, hacia deportes, pero ni tenía orden de captura, ni usaba uniforme militar, ni cargaba fusil, y andaba con pistolas con papeles. Entonces la Fiscalía dice ahora que nosotros hacíamos control social. Nosotros sí queremos aportarle a este compromiso que hicimos con la paz de Colombia, pero a veces no lo entienden. Creo que cuando vayamos avanzando en ese camino, contando la historia y haciéndole ver que estamos contándoles la verdad y con ese compromiso nos desmovilizamos.

VA: ¿Y cómo ha avanzando la construcción de la verdad dentro del proceso de Justicia y Paz?
B: Acá estamos dando la cara, diciéndole al país quiénes somos, quiénes fuimos, qué hicimos, qué no hicimos, pero acá la verdad la tenemos nosotros. Pero hay mucha gente diciendo cosas que nosotros no hicimos. Nos hemos venido preparando y ahí estamos esperando el llamado de la justicia, a todos los hombres que yo desmovilicé, a los que tienen delitos y vamos avanzando en ese camino. No hemos avanzado mucho en las versiones libre porque nos han cambiado ya tres fiscales.

VA: ¿Qué tanta verdad necesita el país?
B: Con la que nosotros estamos comprometidos que es a contar la historia de nuestro Bloque y satisfacer las víctimas. Porque si nosotros nos hemos llevado un montón de gente por x o y motivos, pues contarles a esas victimas la verdad, decirles si fuimos nosotros.

L: La gente perdona pero no olvida. Tiene que haber una verdad y el país necesita entender y conocer que es lo que ha pasado en este conflicto. Y no solamente la verdad de las autodefensas, tiene que saber la verdad de la guerrilla y tienen que saber la verdad de algunos militares que también han incurrido en delitos.

VA: ¿Arnubio Triana ‘Botalón’, se arrepiente de algo?
B: Me arrepiento que el destino me haya traído a esta guerra que no es mía. Yo pienso que la negociación no era para que estuviéramos en la cárcel porque bien o mal en la historia del país hay muchos grupos de guerrilla en el país que se desmovilizaron y no entregaron nada y no están cumpliendo con los requisitos exigidos, y los nombran dizque gestores de paz.
Yo de lo que me arrepiento es de haber pertenecido a una autodefensa y de haberle servido mucho al país y que le vengan a pagar de esta forma a uno.
Ya hemos estado pidiendo perdón a todas las víctimas y a todas las personas que les hicimos daño pero que entiendan que esta guerra no fue de nosotros, nos toco este camino y tratamos de hacer lo mejor, con todos los errores que hemos cometido, pero tratamos de brindarle mucha seguridad a las zonas, se valorizaron las tierras, generamos unos empleos en esas zonas, porque son zonas ricas y ojala y Dios quiera que el gobierno no deje retomar eso de las guerrillas, porque yo creo que hasta aquí llegamos nosotros y ojala el gobierno nos cumpla.





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Limpieza social en el Choco

Semana. Al Chocó van a parar todos los males de este país. La pobreza, la violencia, las tragedias naturales, la corrupción, el aislamiento, la insalubridad y la falta de educación han hecho parte de la vida diaria de los chocoanos, desde hace muchos años.

Esta vez, lo que tiene atemorizada a Quibdó, su capital, es el asesinato selectivo de trabajadoras sexuales, personas de la calle y consumidores de drogas. Aunque ni la Policía, ni la Alcaldía, ni ninguna autoridad tiene cifras oficiales, la denuncia la presentó la Arquidiócesis de esta ciudad que ha visto cómo sucede uno y otro homicidio semanalmente sin que nadie hay podido controlar la situación.

“En el pasado mes de abril del año en curso, un panfleto rodó por toda la ciudad amenazando a quienes han estigmatizado y categorizado como prostitutas, consumidores de alucinógenos, viciosos, mal vivientes y mil nombres más. Esa amenaza está siendo cumplida, sin que hasta el momento las autoridades competentes hayan hecho un esfuerzo a fondo por investigar, por proteger, por cumplir con los procedimientos legales para esclarecer los hechos en los cuales nuestros jóvenes han sido violentados”, denunció la Arquidiócesis de Chocó a través de un comunicado.

Según dijo a Semana.com el padre Luis Carlos Hinojosa, cada semana los quibdoseños se enteran de los homicidios por las noticias. “En un fin de semana matan dos, tres, cuatro”, dijo el prelado, a quien le preocupa que, por ejemplo, semanas atrás fue asesinado un joven dentro del colegio Pedro Grau y Arola, y nadie sabe por qué. “¡Nos hemos acostumbrado tanto a esto!, a la gente le da lo mismo, nadie se ha atrevido a denunciar abiertamente los casos”.

Según el Sistema de Alertas Tempranas de la Defensoría del Pueblo, hay mucho silencio y poca denuncia, porque por lo general las víctimas son personas sin familia. Por eso no hay una política clara para combatir estos crímenes. Los cadáveres aparecen degollados, o los echan al río. Según la Policía, hay una variable constante y es la pelea entre Los Rastrojos y las Águilas Negras por el control de economías legales e ilegales.

“A la modalidad del sicariato, mayormente utilizada y que reproduce los modos de las AUC, se adicionan los casos de personas asesinadas en forma brutal, cuyos cuerpos son mutilados y lacerados con sevicia, conducta definida como la causa del daño mas allá del necesario para matar, con la que el perpetrador busca garantizar la eficacia simbólica del mensaje enviado al colectivo: la alteración del cuerpo del enemigo, en función del sometimiento de la población civil al control y a la subordinación, a través del miedo como principio operatorio”, señala una nota de seguimiento a Quibdó hecha a comienzos de este año por la Defensoría del Pueblo.

El padre Hinojosa dice que estos episodios están ocurriendo, en su mayoría, en barrios marginales. “A los sicarios no se les da nada pagarle a cualquier matón para que le ‘limpie’ el barrio. Entonces todos miramos, volteamos la cara y seguimos andando. Esto no puede seguir sucediendo”, señaló.

Ante la alerta de la Arquidiócesis, durante los últimos días las autoridades se han reunido para identificar los puntos más neurálgicos de Quibdó y crear un plan de choque para evitar que más asesinatos de estos ocurran.




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