A 18 años de prisión condenó el Juzgado Segundo Penal del Circuito de Santander de Quilichao a los miembros del Ejército Nacional, teniente Alberto Navarro Devia, cabo Roberto Camacho Riaño y al cabo ® Evert Ospina Martínez, por su responsabilidad en el asesinato del líder del cabildo indígena de Jambaló, Germán Escué Zapata.
El caso por el que fue condenado el Estado Colombiano por la Corte Interamericana de Derechos Humanos, en agosto del 2007, fue inicialmente asumido por justicia penal militar, donde paradójicamente fue “perdido el expediente”.
Para la Corte Interamericana, la pérdida de un líder para el Pueblo Páez significó una "desmembración y daño a la integridad de la colectividad; frustración ante la enorme confianza depositada en él para ayudarlos a realizar el buen vivir y, sentimientos de pérdida ante los esfuerzos colectivos realizados para que, apoyado por su comunidad, pudiera actuar en desarrollo de su misión como persona especial". [1]
Adicionalmente, consideró que el Estado colombiano también era responsable por injerencia arbitraria y abusiva en el domicilio de Germán y su familia.
Es de aclarar que a pesar que la Corte ordenó en dicho fallo al Estado colombiano, efectuar una publicación de la sentencia en un diario de amplia circulación nacional en español y en Nasa Yute, así como la realización de un acto público de reconocimiento de su responsabilidad acordado previamente con los familiares y sus representantes en el resguardo de Jambaló, teniendo en cuenta las tradiciones, usos y costumbres de los miembros de la Comunidad, estas solicitudes, a la fecha no se han cumplido.
Germán Escué, era un reconocido líder comunitario. Desde niño, participó en asuntos de la vida política y cultural de la comunidad de Vitoyó, asumiendo una temprana defensa de sus derechos. Germán, aún siendo muy joven, fue Cabildo Gobernador suplente, administrador de la tienda comunitaria y luchador al lado de su padre Mario Pasú por la defensa del territorio y el no pago de terraje.
Los hechos ocurrieron el 1 de febrero de 1988 en horas de la noche, cuando uniformados del Ejército Nacional, a cargo del en ese entonces, Teniente Coronel Navarro Devia, asesinaron al líder indígena Germán Escue, luego de sacarlo de su vivienda, so pretexto de trasladarlo al campamento del Ejército, ubicado cerca del sitio conocido como Loma Redonda, en el departamento del Cauca.
Su asesinato se produce luego de la identificación que realiza de German, un supuesto informante que quía la tropa, se desplaza uniformado y armado en la parte trasera del contingente, quien lo sindica de ser guerrillero.
El cuerpo de Germán, ya sin vida, fue encontrado “tirado a la orilla del camino que de Vitayó conduce a Loma Redonda, con tres disparos de fusil”, según relata su propia madre, media hora después de haber escuchado muy cerca de su vivienda unos disparos.
[1] Peritaje antropológico de Esther Sánchez de Guzmán de 19 de enero de 2007 (expediente de fondo, Tomo III, folio 611).