Bogotá, 18 nov (EFE).- El ex jefe paramilitar colombiano Salvatore Mancuso, extraditado a EE.UU., aseguró hoy que las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) tuvieron apoyo del Estado en dos masacres ocurridas en 1996 y 1997 en el departamento colombiano de Antioquia (noroeste), donde fueron asesinadas 19 personas.
Las dos matanzas, conocidas como la de El Aro y La Granja, ocurrieron el 11 de junio de 1996 y el 12 de noviembre de 1997, respectivamente, en el municipio de Ituango (Antioquia), donde las AUC también quemaron casas y robaron alrededor de 1.200 cabezas de ganado.
Mancuso indicó en una audiencia judicial en Washington, de la que se divulgaron apartes en vídeo en uno de los salones de la Fiscalía colombiana, que las listas de las personas que más tarde eran asesinadas fueron conocidas previamente por entidades como el Ejército, la Policía y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
"Hacíamos el trabajo sucio para el Estado", dijo Mancuso, ganadero de la costa caribeña colombiana y de ascendencia italiana, quien fue extraditado a EE.UU. en mayo pasado junto con otros 13 ex jefes paramilitares bajo cargos de narcotráfico.
No obstante, contradijo la versión del ex paramilitar Francisco Villalba, que asegura que el entonces gobernador de Antioquia y ahora presidente de Colombia, Álvaro Uribe, había planeado y ordenado la masacre de El Aro.
Dijo que en la versión de Villalba se "mezclan verdades con mentiras", pues si bien es cierto se tuvo el apoyo del Ejército colombiano, no es cierto que Uribe la hubiera planeado.
Señaló que esa masacre, al igual que la de La Granja fue planeada por el entonces máximo jefe de las AUC, el extinto Carlos Castaño, en compañía de otros líderes paramilitares.
Las AUC, que reunían comandos creados contra las guerrillas izquierdistas, participaron en un proceso de paz con el Gobierno colombiano entre 2003 y 2006 y desmovilizaron a más de 31.000 combatientes.
De acuerdo con Salvatore Mancuso, los crímenes se cometieron para "neutralizar" a la guerrilla y el "traslado del ganado" tenía como objeto desabastecer a los rebeldes que tenían campamentos en esas zonas del país.
"Éramos los instrumentos del Estado", manifestó Mancuso, quien reconoció su participación en estas "acciones de guerra" por las que pidió perdón.
Mancuso precisó que él y otros jefes se reunieron varias veces con el ex secretario de Gobierno de Antioquia, Pedro Juan Moreno, para la creación de las cooperativas campesinas de seguridad "Convivir" en esta parte del país.
Moreno murió en un accidente aéreo en febrero de 2006, cuyas causas se investigan, cuando hacía campaña para ser senador.
Mancuso explicó que participó en El Aro para llevar municiones a los hombres que estaban a punto de caer ante los guerrilleros y llegó al lugar en un helicóptero de las AUC en el que evacuaron muertos y heridos.
Agregó que también hubo un helicóptero de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el que salió uno de los jefes del grupo, Luciano Marín, alias "Iván Márquez".
"Los dos helicópteros aterrizaron. Otro estuvo sobrevolando la zona, pero no aterrizó", detalló Mancuso, quien agregó que al parecer esa aeronave era de la Gobernación de Antioquia "por los colores".
Reveló también que las AUC obtenían armas en Centroamérica y Bulgaria, mientras que las municiones las compraban a miembros del Ejército y la Policía.
Explicó que los infiltrados en el Ejército y la Policía reportaban mayor gasto de municiones para poder venderles a las AUC.
Las dos matanzas, conocidas como la de El Aro y La Granja, ocurrieron el 11 de junio de 1996 y el 12 de noviembre de 1997, respectivamente, en el municipio de Ituango (Antioquia), donde las AUC también quemaron casas y robaron alrededor de 1.200 cabezas de ganado.
Mancuso indicó en una audiencia judicial en Washington, de la que se divulgaron apartes en vídeo en uno de los salones de la Fiscalía colombiana, que las listas de las personas que más tarde eran asesinadas fueron conocidas previamente por entidades como el Ejército, la Policía y el Departamento Administrativo de Seguridad (DAS).
"Hacíamos el trabajo sucio para el Estado", dijo Mancuso, ganadero de la costa caribeña colombiana y de ascendencia italiana, quien fue extraditado a EE.UU. en mayo pasado junto con otros 13 ex jefes paramilitares bajo cargos de narcotráfico.
No obstante, contradijo la versión del ex paramilitar Francisco Villalba, que asegura que el entonces gobernador de Antioquia y ahora presidente de Colombia, Álvaro Uribe, había planeado y ordenado la masacre de El Aro.
Dijo que en la versión de Villalba se "mezclan verdades con mentiras", pues si bien es cierto se tuvo el apoyo del Ejército colombiano, no es cierto que Uribe la hubiera planeado.
Señaló que esa masacre, al igual que la de La Granja fue planeada por el entonces máximo jefe de las AUC, el extinto Carlos Castaño, en compañía de otros líderes paramilitares.
Las AUC, que reunían comandos creados contra las guerrillas izquierdistas, participaron en un proceso de paz con el Gobierno colombiano entre 2003 y 2006 y desmovilizaron a más de 31.000 combatientes.
De acuerdo con Salvatore Mancuso, los crímenes se cometieron para "neutralizar" a la guerrilla y el "traslado del ganado" tenía como objeto desabastecer a los rebeldes que tenían campamentos en esas zonas del país.
"Éramos los instrumentos del Estado", manifestó Mancuso, quien reconoció su participación en estas "acciones de guerra" por las que pidió perdón.
Mancuso precisó que él y otros jefes se reunieron varias veces con el ex secretario de Gobierno de Antioquia, Pedro Juan Moreno, para la creación de las cooperativas campesinas de seguridad "Convivir" en esta parte del país.
Moreno murió en un accidente aéreo en febrero de 2006, cuyas causas se investigan, cuando hacía campaña para ser senador.
Mancuso explicó que participó en El Aro para llevar municiones a los hombres que estaban a punto de caer ante los guerrilleros y llegó al lugar en un helicóptero de las AUC en el que evacuaron muertos y heridos.
Agregó que también hubo un helicóptero de la guerrilla Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), en el que salió uno de los jefes del grupo, Luciano Marín, alias "Iván Márquez".
"Los dos helicópteros aterrizaron. Otro estuvo sobrevolando la zona, pero no aterrizó", detalló Mancuso, quien agregó que al parecer esa aeronave era de la Gobernación de Antioquia "por los colores".
Reveló también que las AUC obtenían armas en Centroamérica y Bulgaria, mientras que las municiones las compraban a miembros del Ejército y la Policía.
Explicó que los infiltrados en el Ejército y la Policía reportaban mayor gasto de municiones para poder venderles a las AUC.
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