AFP. Ante unos dos millones de personas a los pies del Capitolio, Barack Obama entró en la Historia este martes al asumir como el primer presidente negro de Estados Unidos, con la difícil tarea de enfrentarse a una grave crisis económica y dos frentes bélicos abiertos.
Obama, a sus 47 años, se convirtió así en el presidente 44º de Estados Unidos hacia las 12H05 locales (18H05), al jurar "preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos" con la mano sobre la Biblia que usó el mandatario abolicionista Abraham Lincoln.
En su primer discurso como presidente, Obama afirmó que los desafíos de su país son reales, "pero los superaremos". Ofreció una retirada "responsable" de las tropas de Irak, al tiempo que dijo que Estados Unidos está en guerra con una "vasta red de violencia y odio". Aunque advirtió a los extremistas: "los derrotaremos".
Acerca de la recesión económica que marcará el inicio de su gobierno, Obama destacó que la economía de su país se ha "debilitado enormemente a causa de la avaricia y la irresponsabilidad".
La jura de Obama fue observada por un repleto Mall, el gran paseo que desde hace casi tres décadas sirve de decorado natural para la investidura presidencial.
En un palco frente al Capitolio, presenciaron la jura de Obama el ahora ex presidente George W. Bush, junto a los ex mandatarios Bill Clinton, Jimmy Carter y George Bush (padre), y otras muchas personalidades.
Obama, hijo de una blanca del estado de Arkansas y de un negro de Kenia, simboliza el crisol de identidades de este país.
El flamante presidente hizo de la unidad, más allá de las divisiones raciales o políticas, la pieza central de su triunfo electoral, tras una carrera política meteórica, que empezó hace menos de una década en las filas del partido Demócrata. Obama fue elegido senador en 2004, y se presentó a la candidatura de su partido, contra todas expectativas, tres años después.
La jornada de Obama comenzó temprano por la mañana, cuando acudió junto a su esposa, Michelle, a un servicio religioso en una iglesia justo enfrente de la Casa Blanca, donde fueron recibidos después por el presidente saliente, George W. Bush, y su esposa, Laura.
Tras el discurso, Obama y Biden presidieron un almuerzo de honor con los miembros del Congreso en el Capitolio, sede del Poder Legislativo.
Después, el flamante presidente de Estados Unidos y su esposa, Michelle, iniciaron una caravana desde el Capitolio hasta su nuevo hogar la Casa Blanca. Tras pasar revista a los soldados fuera del edificio del Congreso, los Obama ingresaron a la nueva limusina presidencial blindada -con una bandera estadounidense adelante a la derecha del capó y el sello presidencia en la puerta por primera vez- y comenzaron un lento recorrido hacia el 1.600 de la Avenida Pensilvania.
Joe Marques, de 25 años, cubano-estadounidense, espera poder mostrarle su pancarta al nuevo presidente: "Cubanos con Barack". "Él va a cambiar las cosas con Cuba, Obama puede marcar realmente la diferencia, no como Bush", señaló a la AFP.
Obama substituirá en la Casa Blanca a Bush, que deja el poder tras dos mandatos consecutivos con la peor imagen pública de un presidente en décadas. Bush tomó un helicóptero militar para regresar a su residencia de Texas, mientras Obama y su esposa, Michelle, tienen previsto acudir brevemente a diez bailes de gala organizados en su honor por toda la ciudad.
Estados Unidos tiene depositadas enormes esperanzas en Obama, según las encuestas. Pero las expectativas aún son mayores en el mundo entero, según un sondeo realizado en 17 países por la radiocadena británica BBC. "Mucho, a lo mejor demasiado", contestó Pedro Gutierrez, un abogado mexicano de 33 años residente en Washington, a la pregunta de qué esperaba de Obama.
Barack Obama gozará de "un estado de gracia mundial", pero no posee "una varita mágica", recalcó este martes el ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner.
El nuevo presidente, con prácticamente ninguna experiencia de gestión política, ya tiene nombrado a casi todo su gabinete, lleno de personalidades de fuerte carácter, muchos de ellos provenientes de la última administración demócrata del presidente Bill Clinton.
Obama intentará materializar su oferta de romper con las políticas reinantes durante los ocho años del republicano Bush. Ello incluye el retorno de las tropas de Irak y el replanteamiento del conflicto en Afganistán, además del cierre del polémico centro de detención de Guantánamo, en la isla de Cuba.
Obama, a sus 47 años, se convirtió así en el presidente 44º de Estados Unidos hacia las 12H05 locales (18H05), al jurar "preservar, proteger y defender la Constitución de Estados Unidos" con la mano sobre la Biblia que usó el mandatario abolicionista Abraham Lincoln.
En su primer discurso como presidente, Obama afirmó que los desafíos de su país son reales, "pero los superaremos". Ofreció una retirada "responsable" de las tropas de Irak, al tiempo que dijo que Estados Unidos está en guerra con una "vasta red de violencia y odio". Aunque advirtió a los extremistas: "los derrotaremos".
Acerca de la recesión económica que marcará el inicio de su gobierno, Obama destacó que la economía de su país se ha "debilitado enormemente a causa de la avaricia y la irresponsabilidad".
La jura de Obama fue observada por un repleto Mall, el gran paseo que desde hace casi tres décadas sirve de decorado natural para la investidura presidencial.
En un palco frente al Capitolio, presenciaron la jura de Obama el ahora ex presidente George W. Bush, junto a los ex mandatarios Bill Clinton, Jimmy Carter y George Bush (padre), y otras muchas personalidades.
Obama, hijo de una blanca del estado de Arkansas y de un negro de Kenia, simboliza el crisol de identidades de este país.
El flamante presidente hizo de la unidad, más allá de las divisiones raciales o políticas, la pieza central de su triunfo electoral, tras una carrera política meteórica, que empezó hace menos de una década en las filas del partido Demócrata. Obama fue elegido senador en 2004, y se presentó a la candidatura de su partido, contra todas expectativas, tres años después.
La jornada de Obama comenzó temprano por la mañana, cuando acudió junto a su esposa, Michelle, a un servicio religioso en una iglesia justo enfrente de la Casa Blanca, donde fueron recibidos después por el presidente saliente, George W. Bush, y su esposa, Laura.
Tras el discurso, Obama y Biden presidieron un almuerzo de honor con los miembros del Congreso en el Capitolio, sede del Poder Legislativo.
Después, el flamante presidente de Estados Unidos y su esposa, Michelle, iniciaron una caravana desde el Capitolio hasta su nuevo hogar la Casa Blanca. Tras pasar revista a los soldados fuera del edificio del Congreso, los Obama ingresaron a la nueva limusina presidencial blindada -con una bandera estadounidense adelante a la derecha del capó y el sello presidencia en la puerta por primera vez- y comenzaron un lento recorrido hacia el 1.600 de la Avenida Pensilvania.
Joe Marques, de 25 años, cubano-estadounidense, espera poder mostrarle su pancarta al nuevo presidente: "Cubanos con Barack". "Él va a cambiar las cosas con Cuba, Obama puede marcar realmente la diferencia, no como Bush", señaló a la AFP.
Obama substituirá en la Casa Blanca a Bush, que deja el poder tras dos mandatos consecutivos con la peor imagen pública de un presidente en décadas. Bush tomó un helicóptero militar para regresar a su residencia de Texas, mientras Obama y su esposa, Michelle, tienen previsto acudir brevemente a diez bailes de gala organizados en su honor por toda la ciudad.
Estados Unidos tiene depositadas enormes esperanzas en Obama, según las encuestas. Pero las expectativas aún son mayores en el mundo entero, según un sondeo realizado en 17 países por la radiocadena británica BBC. "Mucho, a lo mejor demasiado", contestó Pedro Gutierrez, un abogado mexicano de 33 años residente en Washington, a la pregunta de qué esperaba de Obama.
Barack Obama gozará de "un estado de gracia mundial", pero no posee "una varita mágica", recalcó este martes el ministro de Relaciones Exteriores francés, Bernard Kouchner.
El nuevo presidente, con prácticamente ninguna experiencia de gestión política, ya tiene nombrado a casi todo su gabinete, lleno de personalidades de fuerte carácter, muchos de ellos provenientes de la última administración demócrata del presidente Bill Clinton.
Obama intentará materializar su oferta de romper con las políticas reinantes durante los ocho años del republicano Bush. Ello incluye el retorno de las tropas de Irak y el replanteamiento del conflicto en Afganistán, además del cierre del polémico centro de detención de Guantánamo, en la isla de Cuba.
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