Sao Paulo, 7 ene (EFE).- El relator especial de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos en los Territorios Palestinos Ocupados desde 1967, Richard Falk, lamentó hoy en Brasil la privación del Gobierno de Israel para que los civiles palestinos de la Franja de Gaza puedan refugiarse en otros países.
"En Irak, África, hay personas intentado escapar de los conflictos armados y muchas lo consiguen, pero en este caso Israel prohíbe a los civiles refugiarse. Eso es lamentable y casi que único", señaló en rueda de prensa el profesor de Derecho Internacional de la universidad estadounidense de Princeton.
En su encuentro con periodistas brasileños y extranjeros en el Núcleo de Estudios sobre la Violencia (NEV) de la Universidad de Sao Paulo (USP), el economista de la Universidad de Pensilvania y doctor en derecho de Yale y Harvard calificó como un "crimen contra la humanidad" los recientes ataques y bloqueos de Israel a Gaza.
La Franja de Gaza, sometida a bombardeos desde el 27 de diciembre pasado y donde ya hay más de 700 muertos y varios miles de heridos, es la región más densa del mundo, con 4.500 personas por kilómetro cuadrado y el hacinamiento ha sido uno de los factores que más ha contribuido para aumentar el número de víctimas civiles.
"En los últimos 18 meses esos hechos constituyen una infracción al derecho humanitario, porque es una violación al artículo 33 y 25 de la Convención de Ginebra. La potencia ocupante debe garantizar el acceso de la población civil a alimentos y medicamentos", recordó el especialista.
Para Falk, esta violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) "constituye crímenes contra la humanidad y los responsables por imponer esa situación deben ser responsabilizados".
En ese sentido, sin embargo, apuntó que si el Gobierno israelí es declarado culpable en una investigación, los responsables deberán someterse a un juicio en un tribunal creado especialmente, como sucedió con Ruanda, pues Israel no forma parte de la Corte Internacional de Justicia.
Falk evitó calificar de "terrorista" al grupo palestino Hamás, que hace oposición militar y es el principal blanco de Israel, y tampoco quiso referirse a la situación como un "genocidio".
"Es una crisis profunda, con un desequilibrio desproporcionado de armamento moderno, pero no es útil utilizar el término 'terrorista', porque ilegales e inmorales crean una disculpa legal para lo que Israel quiere hacer. 'Genocidio' es una expresión también muy delicada, que rehúso usarla en el papel oficial", anotó.
Una intervención más decisiva por parte de la ONU, según Falk, es "difícil", pues existen intereses diferentes "en sus principales miembros", pero aconsejó que cualquier medida adoptada debe partir de tres principios: "tregua inmediata, suspensión del bloqueo por parte de Israel y fin del lanzamiento de misiles de parte y parte".
El especialista se refirió también al papel del nuevo Gobierno estadounidense frente al conflicto y su participación en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Es muy difícil lo que va a pasar con la política externa del presidente Barack Obama (quien asumirá el cargo el 20 de enero). Creo que él va a intentar usar a la ONU desde una posición más constructiva, excepto en la situación Israel-Palestina, por las fuertes presiones que tiene", opinó.
El relator descartó dejar su cargo ante la ONU, a pesar de ser impedido para ejercerlo por Israel, país que sólo le concedió visa para dictar clases en universidades.
"No pretendo abandonar el puesto y mucho menos ahora. Puedo colaborar con otros relatores de la ONU que están allí y en países vecinos", subrayó.
Falk pasó el Año Nuevo en la ciudad brasileña de Paraty (estado de Río de Janeiro), junto a la familia de su nuera brasileña.
Por invitación del académico brasileño Paulo Sergio Pinheiro, ex relator especial de la ONU para Mianmar y antiguo experto independiente del Secretariado de la ONU para la Violencia contra la Niñez, Falk visitó este miércoles el mayor centro de educación pública superior de Brasil.
"En Irak, África, hay personas intentado escapar de los conflictos armados y muchas lo consiguen, pero en este caso Israel prohíbe a los civiles refugiarse. Eso es lamentable y casi que único", señaló en rueda de prensa el profesor de Derecho Internacional de la universidad estadounidense de Princeton.
En su encuentro con periodistas brasileños y extranjeros en el Núcleo de Estudios sobre la Violencia (NEV) de la Universidad de Sao Paulo (USP), el economista de la Universidad de Pensilvania y doctor en derecho de Yale y Harvard calificó como un "crimen contra la humanidad" los recientes ataques y bloqueos de Israel a Gaza.
La Franja de Gaza, sometida a bombardeos desde el 27 de diciembre pasado y donde ya hay más de 700 muertos y varios miles de heridos, es la región más densa del mundo, con 4.500 personas por kilómetro cuadrado y el hacinamiento ha sido uno de los factores que más ha contribuido para aumentar el número de víctimas civiles.
"En los últimos 18 meses esos hechos constituyen una infracción al derecho humanitario, porque es una violación al artículo 33 y 25 de la Convención de Ginebra. La potencia ocupante debe garantizar el acceso de la población civil a alimentos y medicamentos", recordó el especialista.
Para Falk, esta violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) "constituye crímenes contra la humanidad y los responsables por imponer esa situación deben ser responsabilizados".
En ese sentido, sin embargo, apuntó que si el Gobierno israelí es declarado culpable en una investigación, los responsables deberán someterse a un juicio en un tribunal creado especialmente, como sucedió con Ruanda, pues Israel no forma parte de la Corte Internacional de Justicia.
Falk evitó calificar de "terrorista" al grupo palestino Hamás, que hace oposición militar y es el principal blanco de Israel, y tampoco quiso referirse a la situación como un "genocidio".
"Es una crisis profunda, con un desequilibrio desproporcionado de armamento moderno, pero no es útil utilizar el término 'terrorista', porque ilegales e inmorales crean una disculpa legal para lo que Israel quiere hacer. 'Genocidio' es una expresión también muy delicada, que rehúso usarla en el papel oficial", anotó.
Una intervención más decisiva por parte de la ONU, según Falk, es "difícil", pues existen intereses diferentes "en sus principales miembros", pero aconsejó que cualquier medida adoptada debe partir de tres principios: "tregua inmediata, suspensión del bloqueo por parte de Israel y fin del lanzamiento de misiles de parte y parte".
El especialista se refirió también al papel del nuevo Gobierno estadounidense frente al conflicto y su participación en el seno de la Organización de Naciones Unidas (ONU).
"Es muy difícil lo que va a pasar con la política externa del presidente Barack Obama (quien asumirá el cargo el 20 de enero). Creo que él va a intentar usar a la ONU desde una posición más constructiva, excepto en la situación Israel-Palestina, por las fuertes presiones que tiene", opinó.
El relator descartó dejar su cargo ante la ONU, a pesar de ser impedido para ejercerlo por Israel, país que sólo le concedió visa para dictar clases en universidades.
"No pretendo abandonar el puesto y mucho menos ahora. Puedo colaborar con otros relatores de la ONU que están allí y en países vecinos", subrayó.
Falk pasó el Año Nuevo en la ciudad brasileña de Paraty (estado de Río de Janeiro), junto a la familia de su nuera brasileña.
Por invitación del académico brasileño Paulo Sergio Pinheiro, ex relator especial de la ONU para Mianmar y antiguo experto independiente del Secretariado de la ONU para la Violencia contra la Niñez, Falk visitó este miércoles el mayor centro de educación pública superior de Brasil.
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