Quito, 20 feb (EFE).- El canciller de Ecuador, Fander Falconí, y el Alto Comisionado Adjunto de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), Craig Johnstone, se comprometieron hoy a estrechar la cooperación para mejorar la atención a los desplazados colombianos que residen en el país.
El anuncio lo hicieron en una rueda de prensa conjunta luego de realizar una visita hoy a la localidad de Barranca Bermeja, en la provincia amazónica de Sucumbíos, en el noreste de Ecuador, para constatar la situación de los colombianos que se han desplazado a esa zona en busca de refugio.
Falconí destacó la visita a esa localidad, que a su juicio permitirá "dar una señal al mundo" de los grandes esfuerzos que hace Ecuador para atender a los 20.000 colombianos que han obtenido el estatus de refugio en el país, de los casi 60.000 que han solicitado ese derecho.
En la zona de frontera existe una población colombiana calculada en 135.000 personas, entre las que figuran los refugiados y desplazados temporales que han huido de la violencia en su país para buscar mejores condiciones de seguridad en Ecuador.
La atención a esa población "ha implicado una inversión estatal de cerca de 400 millones de dólares" desde 2007, indicó Falconí, tras destacar que esta es "una de las situaciones de movilidad humana más fuertes del hemisferio occidental".
"Estamos hablando de un verdadero drama humano que es muy poco conocido", añadió el canciller, que viajó a la zona fronteriza con Johnstone y el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal.
De su lado, Johnstone indicó que Ecuador y el ACNUR intentan lograr una financiación de la cooperación internacional, por 22 millones de dólares, para mejorar la calidad de la atención a los refugiados en los próximos dos años.
Recordó que, el año pasado, Ecuador pidió al ACNUR participar en un estudio para "revisar las necesidades de los refugiados" y evaluar "cuáles se estaban satisfaciendo y cuáles no, para saber en cuáles" se puede intervenir.
En ese estudio se determinó que "el 70 por ciento de las necesidades, tanto de los refugiados como de las comunidades locales, se estaban satisfaciendo, pero que el 30 por ciento no", señaló Johnstone.
Por ello, el ACNUR y Ecuador "hemos hecho un esfuerzo conjunto para buscar estos fondos, estos 22 millones de dólares, que serían utilizados en los refugiados que se asientan alrededor de la frontera", remarcó.
"En los próximos meses vamos a hacer un esfuerzo conjunto para tratar de reunir esos fondos", aunque ya el jueves pasado, en Quito, se efectuó "una reunión con las agencias donantes para señalar ante ellos el caso que tenemos y solicitar su donación", informó Johnstone.
En el caso ecuatoriano, "claramente ustedes tienen grupos pequeños, lo cual genera dificultades, especialmente que los refugiados puedan acudir a centros de acopio, a escuelas o centros de salud, por lo que el tema del transporte es uno de los problemas principales y también la educación", sostuvo.
El anuncio lo hicieron en una rueda de prensa conjunta luego de realizar una visita hoy a la localidad de Barranca Bermeja, en la provincia amazónica de Sucumbíos, en el noreste de Ecuador, para constatar la situación de los colombianos que se han desplazado a esa zona en busca de refugio.
Falconí destacó la visita a esa localidad, que a su juicio permitirá "dar una señal al mundo" de los grandes esfuerzos que hace Ecuador para atender a los 20.000 colombianos que han obtenido el estatus de refugio en el país, de los casi 60.000 que han solicitado ese derecho.
En la zona de frontera existe una población colombiana calculada en 135.000 personas, entre las que figuran los refugiados y desplazados temporales que han huido de la violencia en su país para buscar mejores condiciones de seguridad en Ecuador.
La atención a esa población "ha implicado una inversión estatal de cerca de 400 millones de dólares" desde 2007, indicó Falconí, tras destacar que esta es "una de las situaciones de movilidad humana más fuertes del hemisferio occidental".
"Estamos hablando de un verdadero drama humano que es muy poco conocido", añadió el canciller, que viajó a la zona fronteriza con Johnstone y el ministro coordinador de Seguridad Interna y Externa de Ecuador, Miguel Carvajal.
De su lado, Johnstone indicó que Ecuador y el ACNUR intentan lograr una financiación de la cooperación internacional, por 22 millones de dólares, para mejorar la calidad de la atención a los refugiados en los próximos dos años.
Recordó que, el año pasado, Ecuador pidió al ACNUR participar en un estudio para "revisar las necesidades de los refugiados" y evaluar "cuáles se estaban satisfaciendo y cuáles no, para saber en cuáles" se puede intervenir.
En ese estudio se determinó que "el 70 por ciento de las necesidades, tanto de los refugiados como de las comunidades locales, se estaban satisfaciendo, pero que el 30 por ciento no", señaló Johnstone.
Por ello, el ACNUR y Ecuador "hemos hecho un esfuerzo conjunto para buscar estos fondos, estos 22 millones de dólares, que serían utilizados en los refugiados que se asientan alrededor de la frontera", remarcó.
"En los próximos meses vamos a hacer un esfuerzo conjunto para tratar de reunir esos fondos", aunque ya el jueves pasado, en Quito, se efectuó "una reunión con las agencias donantes para señalar ante ellos el caso que tenemos y solicitar su donación", informó Johnstone.
En el caso ecuatoriano, "claramente ustedes tienen grupos pequeños, lo cual genera dificultades, especialmente que los refugiados puedan acudir a centros de acopio, a escuelas o centros de salud, por lo que el tema del transporte es uno de los problemas principales y también la educación", sostuvo.
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