Ginebra, 5 may (EFE).- El Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) recomendó hoy a los países receptores de refugiados admitir como tales a todos los iraquíes procedentes de la provincia de Al-Anbar y del centro de Irak.
Agregó que los casos de quienes vienen de otras zonas de ese país deben ser analizados individualmente.
De esta manera, el organismo modificó su directiva sobre las consideraciones para conceder a un iraquí el estatus de refugiado, del cual quedaban excluidos automáticamente en cualquier caso quienes hubiesen cometido crímenes de guerra.
El cambio se debe a que la seguridad ha mejorado en las provincias del sur de Irak.
Sin embargo, en las provincias del centro (Bagdad, Diyala, Kirkuk, Ninewa y Sala Al-Din) "continúan la violencia, el conflicto y las violaciones a los derechos humanos", explicó en Ginebra el portavoz del ACNUR, Ron Redmond.
Aclaró, no obstante, que se ha pedido a los países que reciban iraquíes solicitantes de asilo mantener la protección a ciertos grupos específicos, incluso si vienen de zonas de Irak consideradas ahora más seguras.
Esos grupos incluyen a miembros de minorías étnicas y religiosas, funcionarios, iraquíes considerados opositores a grupos armados o facciones políticas, y aquellos vinculados a las fuerzas militares y compañías extranjeras.
La misma consideración especial se pide para ciertos profesionales, como periodistas, colaboradores de Naciones Unidas y ONG, defensores de los derechos humanos, y homosexuales.
Según datos del ACNUR, sólo el año pasado 40.000 iraquíes presentaron solicitudes de asilo en países industrializados.
Sin embargo, el mayor número de refugiados se encuentra en Oriente Medio, especialmente en Siria y Jordania.
Además, el organismo aclaró que la mejoría en la situación de seguridad de Irak aún es relativa y no justifica los retornos masivos.
Por ello, los ciudadanos de ese país que hayan sido reconocidos como refugiados deben conservar este estatus
Agregó que los casos de quienes vienen de otras zonas de ese país deben ser analizados individualmente.
De esta manera, el organismo modificó su directiva sobre las consideraciones para conceder a un iraquí el estatus de refugiado, del cual quedaban excluidos automáticamente en cualquier caso quienes hubiesen cometido crímenes de guerra.
El cambio se debe a que la seguridad ha mejorado en las provincias del sur de Irak.
Sin embargo, en las provincias del centro (Bagdad, Diyala, Kirkuk, Ninewa y Sala Al-Din) "continúan la violencia, el conflicto y las violaciones a los derechos humanos", explicó en Ginebra el portavoz del ACNUR, Ron Redmond.
Aclaró, no obstante, que se ha pedido a los países que reciban iraquíes solicitantes de asilo mantener la protección a ciertos grupos específicos, incluso si vienen de zonas de Irak consideradas ahora más seguras.
Esos grupos incluyen a miembros de minorías étnicas y religiosas, funcionarios, iraquíes considerados opositores a grupos armados o facciones políticas, y aquellos vinculados a las fuerzas militares y compañías extranjeras.
La misma consideración especial se pide para ciertos profesionales, como periodistas, colaboradores de Naciones Unidas y ONG, defensores de los derechos humanos, y homosexuales.
Según datos del ACNUR, sólo el año pasado 40.000 iraquíes presentaron solicitudes de asilo en países industrializados.
Sin embargo, el mayor número de refugiados se encuentra en Oriente Medio, especialmente en Siria y Jordania.
Además, el organismo aclaró que la mejoría en la situación de seguridad de Irak aún es relativa y no justifica los retornos masivos.
Por ello, los ciudadanos de ese país que hayan sido reconocidos como refugiados deben conservar este estatus
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