N.R.C. La conferencia Internacional de los diez años de los Principios Rectores en Desplazamiento Interno llevada a cabo en Oslo durante el mes de Octubre de 2008 valoró logros y deficiencias de los Principios Rectores desde su presentación en 1998. Así mismo pretendió generar un incremento en el bienestar político para incorporar los Principios Rectores en los marcos nacional, regional y global con el objeto de encontrar vías que aseguren el progreso normativo frente a la implementación práctica.
Más de Veintiséis Millones de personas desplazadas en sus propios países por causas de conflicto armado, 2.808.800 colombianos (según el registro Único de Población Desplazada); muchos más desplazados como resultado de desastres naturales o provocados por el hombre especialmente los derivados del cambio climático fueron la razón para identificar el desplazamiento interno como uno de los retos más significativos en la agenda de la comunidad humanitaria.
No hay duda que las personas internamente desplazadas son un poco más difíciles de identificar y proteger que los refugiados y esa situación les hace particularmente vulnerables. Los desplazados corren el riesgo de perder sus tierras, su entorno de vida, corren un riesgo muy grande de ser separados de sus familias, en algunos casos son discriminados sólo por el estigma de ser desplazados; a menudo pierden sus documentos de identidad, lo que hace más difícil que puedan acceder a servicios básicos y les limita el ejercicio de sus derechos políticos. Así mismo son con frecuencia más vulnerables que otros grupos a abusos por otros – como se refleja en altos niveles de violencia sexual basada en género. La dificultad más difícil de medir, es la pérdida de dignidad y, en tanto el periodo de desplazamiento aumenta, su sentido de esperanza disminuye. Característicamente, en estos periodos de tiempo, la atención nacional e internacional al desplazado disminuye y las soluciones durables son esquivas. A menudo los Desplazados reciben muy poco apoyo en un tiempo muy corto que le impide reestablecer sus vidas con seguridad y dignidad. Por eso es vital que la respuesta a la más clara expresión de un conflicto armado asegure la protección de los desplazados internos basado en los derechos humanos.
Derechos humanos que no solo apunten hacia la acción humanitaria en protección de los desplazados sino que también distinga entre promotores de derechos y quienes son directamente responsables de su protección. Los Principios Rectores del Desplazamiento Interno claramente describen los derechos de los desplazados y las obligaciones correspondientes a las autoridades nacionales. Si bien estos principios han sido aceptados internacionalmente y un número en aumento de países han incorporado estos principios a su legislación interna –como en el caso colombiano- y han sido el punto de referencia para los actores humanitarios -tanto nacionalmente como internacionalmente- al momento de enfrentarse al desplazamiento interno y han hecho que los desplazados por su cuenta tengan más conocimiento de sus derechos, hay todavía un camino largo por recorrer. Muchos desplazados siguen relegados de sus derechos y hay numerosos obstáculos para acceder a soluciones duraderas. Es importante que en el ámbito nacional durante el inicio de 2009 se de la bienvenida a oportunidades de verdad, justicia y reparación, a identificar brechas en la atención y el registro, a los planes de atención en acceso a servicios de salud y educación y a soluciones duraderas incluyendo el acceso a vivienda digna. En este contexto el Consejo Noruego para Refugiados, desde nuestra misión de facilitar el ejercicio efectivo de los derechos por parte de la población en situación de desplazamiento, seguirá asumiendo este año 2009 como tareas prioritarias promover -a través de acciones de incidencia y de fortalecimiento institucional y social-, el enfoque de derechos en las políticas públicas de protección y reparación integral a las víctimas de desplazamiento forzado tratando de garantizar que los Principios Rectores del Desplazamiento Interno tengan el mejor efecto en la práctica y ejercicio de su implementación.
Más de Veintiséis Millones de personas desplazadas en sus propios países por causas de conflicto armado, 2.808.800 colombianos (según el registro Único de Población Desplazada); muchos más desplazados como resultado de desastres naturales o provocados por el hombre especialmente los derivados del cambio climático fueron la razón para identificar el desplazamiento interno como uno de los retos más significativos en la agenda de la comunidad humanitaria.
No hay duda que las personas internamente desplazadas son un poco más difíciles de identificar y proteger que los refugiados y esa situación les hace particularmente vulnerables. Los desplazados corren el riesgo de perder sus tierras, su entorno de vida, corren un riesgo muy grande de ser separados de sus familias, en algunos casos son discriminados sólo por el estigma de ser desplazados; a menudo pierden sus documentos de identidad, lo que hace más difícil que puedan acceder a servicios básicos y les limita el ejercicio de sus derechos políticos. Así mismo son con frecuencia más vulnerables que otros grupos a abusos por otros – como se refleja en altos niveles de violencia sexual basada en género. La dificultad más difícil de medir, es la pérdida de dignidad y, en tanto el periodo de desplazamiento aumenta, su sentido de esperanza disminuye. Característicamente, en estos periodos de tiempo, la atención nacional e internacional al desplazado disminuye y las soluciones durables son esquivas. A menudo los Desplazados reciben muy poco apoyo en un tiempo muy corto que le impide reestablecer sus vidas con seguridad y dignidad. Por eso es vital que la respuesta a la más clara expresión de un conflicto armado asegure la protección de los desplazados internos basado en los derechos humanos.
Derechos humanos que no solo apunten hacia la acción humanitaria en protección de los desplazados sino que también distinga entre promotores de derechos y quienes son directamente responsables de su protección. Los Principios Rectores del Desplazamiento Interno claramente describen los derechos de los desplazados y las obligaciones correspondientes a las autoridades nacionales. Si bien estos principios han sido aceptados internacionalmente y un número en aumento de países han incorporado estos principios a su legislación interna –como en el caso colombiano- y han sido el punto de referencia para los actores humanitarios -tanto nacionalmente como internacionalmente- al momento de enfrentarse al desplazamiento interno y han hecho que los desplazados por su cuenta tengan más conocimiento de sus derechos, hay todavía un camino largo por recorrer. Muchos desplazados siguen relegados de sus derechos y hay numerosos obstáculos para acceder a soluciones duraderas. Es importante que en el ámbito nacional durante el inicio de 2009 se de la bienvenida a oportunidades de verdad, justicia y reparación, a identificar brechas en la atención y el registro, a los planes de atención en acceso a servicios de salud y educación y a soluciones duraderas incluyendo el acceso a vivienda digna. En este contexto el Consejo Noruego para Refugiados, desde nuestra misión de facilitar el ejercicio efectivo de los derechos por parte de la población en situación de desplazamiento, seguirá asumiendo este año 2009 como tareas prioritarias promover -a través de acciones de incidencia y de fortalecimiento institucional y social-, el enfoque de derechos en las políticas públicas de protección y reparación integral a las víctimas de desplazamiento forzado tratando de garantizar que los Principios Rectores del Desplazamiento Interno tengan el mejor efecto en la práctica y ejercicio de su implementación.
0 comentarios :
Publicar un comentario