Ginebra, 6 oct (EFE).- El alto comisionado de la ONU para los Refugiados, Antonio Guterres, pidió hoy a los países miembros que no disminuyan sus aportaciones al presupuesto del organismo que asiste a unos 31 millones de personas, para evitar una explosión social.
"Un hombre hambriento es un hombre enfadado", exclamó Guterres al inaugurar hoy las reunión del Comité Ejecutivo de la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), integrado por delegados de los 76 países miembros, y que debe aprobar esta semana el nuevo presupuesto del organismo.
El alto comisionado subrayó que "los recursos que requerimos para apoyar a esos 31 millones de personas son muy modestos cuando los comparamos con las sumas que se están gastando para traer estabilidad al sistema financiero internacional".
Si la comunidad internacional no es capaz de cubrir las necesidades básicas de los pobres del mundo, "sólo podemos esperar más turbulencias políticas y sociales en los próximos años", advirtió.
Guterres señaló que a finales de 2007 había 11,4 millones de refugiados, y 26 millones de desplazados internos, es decir, aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares debido a conflictos y violencia pero que no salieron de sus países, aunque ACNUR atiende en total a 31 millones de personas.
El alto comisionado dijo que ACNUR se enfrenta cada vez a una mayor presión que se ha complicado con las turbulencias financieras en los mercados mundiales.
"La competencia por los recursos escasos se ha convertido en un factor cada vez más importante para provocar y perpetuar la violencia", señaló.
Los fondos de la Reserva Operacional de ACNUR para atender emergencias aumentaron de 34 millones de dólares en 2006 a 87 millones en 2007 y se espera que alcancen los 150 millones este año.
En total,- recordó Guterres a los delegados- los gastos totales de ACNUR en 2008 se incrementarán hasta los 1.600 millones de dólares, en comparación con los 1.100 millones de dólares de 2006.
Dijo que estas cifras muestran la extrema presión que está sufriendo esa agencia de la ONU, que trata de minimizar costos mediante una serie de reformas iniciadas en 2006.
Dentro de estas medidas, ACNUR ha reducido su personal en su sede de Ginebra de 1.047 empleados hasta 747, y se espera reducirlos aún hasta 700.
Muchos de estos puestos han sido trasladados a Budapest, donde esa Comisaría ha establecido un nuevo centro, con lo que se espera ahorrar nueve millones de dólares anuales.
Y muchos puestos de la sede central han sido reasignados a cargos en el terreno, más cerca de los beneficiarios de ACNUR, agregó.
Por todo ello, Guterres recordó al Comité Ejecutivo, que debe aprobar el presupuesto esta semana, que la agencia debe recibir los fondos necesarios para poder realizar su mandato de protección de los refugiados y desplazados.
ACNUR propone un presupuesto revisado para 2009 de 1.275 millones de dólares, con otros 535 millones adicionales para programas suplementarios.
"Aunque hacemos lo posible por reducir costes, nuestro presupuesto no nos permite cubrir las necesidades globales de nuestros beneficiarios. Con los altos precios de los alimentos y la energía, nuestra tarea está en grave riesgo. Pero al mismo tiempo, se nos pide más y más para responder a mayores demandas", subrayó.
El Comité Ejecutivo de ACNUR está reunido hasta el próximo día 10 de octubre.
"Un hombre hambriento es un hombre enfadado", exclamó Guterres al inaugurar hoy las reunión del Comité Ejecutivo de la Alta Comisaria de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), integrado por delegados de los 76 países miembros, y que debe aprobar esta semana el nuevo presupuesto del organismo.
El alto comisionado subrayó que "los recursos que requerimos para apoyar a esos 31 millones de personas son muy modestos cuando los comparamos con las sumas que se están gastando para traer estabilidad al sistema financiero internacional".
Si la comunidad internacional no es capaz de cubrir las necesidades básicas de los pobres del mundo, "sólo podemos esperar más turbulencias políticas y sociales en los próximos años", advirtió.
Guterres señaló que a finales de 2007 había 11,4 millones de refugiados, y 26 millones de desplazados internos, es decir, aquellos que tuvieron que abandonar sus hogares debido a conflictos y violencia pero que no salieron de sus países, aunque ACNUR atiende en total a 31 millones de personas.
El alto comisionado dijo que ACNUR se enfrenta cada vez a una mayor presión que se ha complicado con las turbulencias financieras en los mercados mundiales.
"La competencia por los recursos escasos se ha convertido en un factor cada vez más importante para provocar y perpetuar la violencia", señaló.
Los fondos de la Reserva Operacional de ACNUR para atender emergencias aumentaron de 34 millones de dólares en 2006 a 87 millones en 2007 y se espera que alcancen los 150 millones este año.
En total,- recordó Guterres a los delegados- los gastos totales de ACNUR en 2008 se incrementarán hasta los 1.600 millones de dólares, en comparación con los 1.100 millones de dólares de 2006.
Dijo que estas cifras muestran la extrema presión que está sufriendo esa agencia de la ONU, que trata de minimizar costos mediante una serie de reformas iniciadas en 2006.
Dentro de estas medidas, ACNUR ha reducido su personal en su sede de Ginebra de 1.047 empleados hasta 747, y se espera reducirlos aún hasta 700.
Muchos de estos puestos han sido trasladados a Budapest, donde esa Comisaría ha establecido un nuevo centro, con lo que se espera ahorrar nueve millones de dólares anuales.
Y muchos puestos de la sede central han sido reasignados a cargos en el terreno, más cerca de los beneficiarios de ACNUR, agregó.
Por todo ello, Guterres recordó al Comité Ejecutivo, que debe aprobar el presupuesto esta semana, que la agencia debe recibir los fondos necesarios para poder realizar su mandato de protección de los refugiados y desplazados.
ACNUR propone un presupuesto revisado para 2009 de 1.275 millones de dólares, con otros 535 millones adicionales para programas suplementarios.
"Aunque hacemos lo posible por reducir costes, nuestro presupuesto no nos permite cubrir las necesidades globales de nuestros beneficiarios. Con los altos precios de los alimentos y la energía, nuestra tarea está en grave riesgo. Pero al mismo tiempo, se nos pide más y más para responder a mayores demandas", subrayó.
El Comité Ejecutivo de ACNUR está reunido hasta el próximo día 10 de octubre.
Es Increible que todavía hoy cuando hay tanta opulencia, cuando el mundo están rico en recursos y alimentos cuando existen tantas instituciones que velan por los derecho humanos.existan hambre en este mundo. no hay derecho.
ResponderEliminar