CARACOL. Como en las épocas nazis, las autodefensas incineraban a sus víctimas en hornos de barro en Norte de Santander.
La confesión fue hecha por Jorge Iván Laverde Zapata, alias "El Iguano", ex comandante del bloque Fronteras en la versión libre rendida en el proceso de justicia y paz.
Ante el riesgo que suponía sepultar en fosas comunes a sus víctimas, los jefes paramilitares decidieron desaparecer cualquier evidencia.
En 2001 las AUC fabricaron un horno de barro en un sitio llamado Juan Frío, municipio de Villa del Rosario, en el cual incineraron 28 cuerpos.
"El Iguano" confesó que en el 2003 dio la orden de construir otro horno en una finca llamada Patolandia.
En total se habrían incinerado unos 100 cadáveres de personas señaladas como miembros de la guerrilla y delincuencia común, entre ellos supuestos extorsionistas y violadores.
La confesión fue hecha por Jorge Iván Laverde Zapata, alias "El Iguano", ex comandante del bloque Fronteras en la versión libre rendida en el proceso de justicia y paz.
Ante el riesgo que suponía sepultar en fosas comunes a sus víctimas, los jefes paramilitares decidieron desaparecer cualquier evidencia.
En 2001 las AUC fabricaron un horno de barro en un sitio llamado Juan Frío, municipio de Villa del Rosario, en el cual incineraron 28 cuerpos.
"El Iguano" confesó que en el 2003 dio la orden de construir otro horno en una finca llamada Patolandia.
En total se habrían incinerado unos 100 cadáveres de personas señaladas como miembros de la guerrilla y delincuencia común, entre ellos supuestos extorsionistas y violadores.
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