
Un estudio de la organización humanitaria revela que un 35 por ciento de los pacientes de sus clínicas móviles y un 22 por ciento de aquellos de puestos fijos han sufrido alguna vez un episodio de violencia sexual.
"En materia de acceso a cuidados de salud hemos encontrado que hay una serie de barreras que impiden que la gente llegue a denunciar, vergüenza, temor u otras más estructurales como que los servicios no siempre son de calidad", declaró a Efe el coordinador en Colombia de MSF, Piero Gandini.
Añadió que esos fallos de deben a la "falta de recursos materiales o humanos o a la carencia de capacitación especializada".
"Cada día vemos más personas buscando atención en esta materia", señaló Gandini, y recordó que "los servicios se deben prestar en las primeras 72 horas pues es allí donde pueden tener mayor efecto la atención medica para evitar enfermedades de transmisión sexual y también la atención psicológica pronta a la víctima", agregó.
MSF indicó que aunque las normas colombianas "reconocen los componentes mínimos de la atención médica, las propias normativas plantean restricciones al acceso de las víctimas a los cuidados que precisan".
Durante la investigación, MSF encontró dificultades logísticas y administrativas y la ausencia de datos estadísticos.
El estudio se desarrolló en las regiones colombianas del Chocó (oeste), Bolívar y Sucre (norte) y Valle del Cauca y Caquetá (suroeste).
La investigación se realizó entre 490 personas durante dos semanas en el primer semestre del año.
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