AFP. Los familiares de 28 rehenes de la guerrilla de las FARC insistieron este lunes en un acuerdo humanitario para buscar su liberación, tras la fuga, ayudado por su carcelero, del ex congresista Óscar Tulio Lizcano, el domingo.
"Seguimos igual, luchando por el acuerdo" (humanitario que permitiría el canje), dijo a AFP Claudia Rujeles, esposa del ex gobernador del departamento (provincia) de Meta (centro), Alan Jara, desde hace siete años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC).
Aunque manifestó su "alegría" por la libertad de Lizcano, quien ahora está con su familia, dijo, insistió en que ese hecho "no afecta, ni para bien ni para mal, la situación de los restante 28 rehenes".
Tras calificar la fuga del ex congresista como un "hecho aislado", Rujeles insistió en destacar que "las cosas siguen igual y que hay que buscar el acuerdo humanitario", que, dijo, "es la forma más sana y segura de volverlos a tener con nosotros".
"Seguiremos luchando por el acuerdo humanitario para que se sienten a negociar", añadió, al tiempo que indicó que también buscan la "cooperación internacional".
De la misma idea es Patricia Nieto, esposa del político Sigifredo López, único superviviente de un grupo de 12 diputados de la asamblea del departamento de Valle de Cauca (suroeste), secuestrados por las FARC en abril de 2002.
Sus once compañeros fueron muertos en junio de 2007 por sus captores cuando al parecer creyeron que eran atacados por el Ejército, en lo que resultó un intercambio de disparos entre los mismos guerrilleros, según correos encontrados en el computador de Raúl Reyes, número dos de las FARC muerto el 1 de marzo.
Nieto dijo además que la fuga de Lizcano le devolvió la ilusión.
"Es sentir que la ilusión como que se toca de nuevo, porque lamentablemente frente a todas estas cosas, la impotencia y la incertidumbre en las que vivimos, esto que sucedió con Oscar Lizcano es abrir otra vez esa ventanita de ilusión", declaró al telenoticiero Caracol.
Por su parte, Marlene Orjuela, quien representa a los familiares de los militares y policías en poder de las FARC, dijo al mismo telenoticiero que el acuerdo humanitario es la mejor opción.
"Creemos que el diálogo es la mejor solución para todos los problemas y en este caso, el acuerdo humanitario para poderlos abrazar a todos vivos", indicó.
De los 28 secuestrados que las FARC proponen canjear por unos 500 de sus militantes presos en Colombia y tres en Estados Unidos, 26 son miembros de la fuerza pública, algunos con ya más de diez años de cautiverio en la selva.
El 28 de noviembre se cumplirá en el país una marcha en favor de los secuestrados, a la que la ex rehén Ingrid Betancourt -quien también tiene nacionalidad francesa- ha pedido a la comunidad internacional sumarse.
Betancourt, y tres estadounidenses rescatados por el Ejército el pasado 2 de junio, junto con once uniformados, hacían parte del grupo original de secuestrados declarados canjeables por las FARC.
"Seguimos igual, luchando por el acuerdo" (humanitario que permitiría el canje), dijo a AFP Claudia Rujeles, esposa del ex gobernador del departamento (provincia) de Meta (centro), Alan Jara, desde hace siete años en poder de las Fuerzas Armadas Revolucionaria de Colombia (FARC).
Aunque manifestó su "alegría" por la libertad de Lizcano, quien ahora está con su familia, dijo, insistió en que ese hecho "no afecta, ni para bien ni para mal, la situación de los restante 28 rehenes".
Tras calificar la fuga del ex congresista como un "hecho aislado", Rujeles insistió en destacar que "las cosas siguen igual y que hay que buscar el acuerdo humanitario", que, dijo, "es la forma más sana y segura de volverlos a tener con nosotros".
"Seguiremos luchando por el acuerdo humanitario para que se sienten a negociar", añadió, al tiempo que indicó que también buscan la "cooperación internacional".
De la misma idea es Patricia Nieto, esposa del político Sigifredo López, único superviviente de un grupo de 12 diputados de la asamblea del departamento de Valle de Cauca (suroeste), secuestrados por las FARC en abril de 2002.
Sus once compañeros fueron muertos en junio de 2007 por sus captores cuando al parecer creyeron que eran atacados por el Ejército, en lo que resultó un intercambio de disparos entre los mismos guerrilleros, según correos encontrados en el computador de Raúl Reyes, número dos de las FARC muerto el 1 de marzo.
Nieto dijo además que la fuga de Lizcano le devolvió la ilusión.
"Es sentir que la ilusión como que se toca de nuevo, porque lamentablemente frente a todas estas cosas, la impotencia y la incertidumbre en las que vivimos, esto que sucedió con Oscar Lizcano es abrir otra vez esa ventanita de ilusión", declaró al telenoticiero Caracol.
Por su parte, Marlene Orjuela, quien representa a los familiares de los militares y policías en poder de las FARC, dijo al mismo telenoticiero que el acuerdo humanitario es la mejor opción.
"Creemos que el diálogo es la mejor solución para todos los problemas y en este caso, el acuerdo humanitario para poderlos abrazar a todos vivos", indicó.
De los 28 secuestrados que las FARC proponen canjear por unos 500 de sus militantes presos en Colombia y tres en Estados Unidos, 26 son miembros de la fuerza pública, algunos con ya más de diez años de cautiverio en la selva.
El 28 de noviembre se cumplirá en el país una marcha en favor de los secuestrados, a la que la ex rehén Ingrid Betancourt -quien también tiene nacionalidad francesa- ha pedido a la comunidad internacional sumarse.
Betancourt, y tres estadounidenses rescatados por el Ejército el pasado 2 de junio, junto con once uniformados, hacían parte del grupo original de secuestrados declarados canjeables por las FARC.
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