Bogotá, 15 abr (EFE).- El conflicto armado dejó en Colombia un "espantoso" número de víctimas civiles en 2008, cuando el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) detectó un mayor número de desplazados y de violaciones al derecho internacional humanitario.
Estas conclusiones se desprenden del informe sobre actividades del CICR en 2008, presentado hoy en Bogotá por el jefe de la delegación en Colombia de ese organismo, Christiphe Beney.
"Los civiles siguen siendo las primeras víctimas del conflicto, cada civil víctima es la consecuencia de una violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y de los derechos humanos. Es espantoso el número de víctimas civiles del conflicto", dijo, sin precisar la cifra.
Beney indicó que Colombia tuvo en 2008 consecuencias humanitarias "muy importantes" por el enfrentamiento entre guerrillas, nuevas bandas de paramilitares dedicadas al narcotráfico y miembros del Ejército y la Policía.
"El conflicto armado en Colombia continúa cobrándose la vida de decenas de miles de civiles que soportan amenazas de muerte y ataques directos o corren el riesgo de ser objeto de un reclutamiento forzoso", aseguró.
El CICR alertó sobre un aumento de ataques a las misiones médicas respecto a 2007 e indicó que durante el año pasado se reportaron 35 nuevos casos, sin precisar de donde provino la agresión.
"Además encontramos un aumento de casos de violencia sexual", añadió.
Beney también pidió a los actores del conflicto distinguir entre un gesto humanitario médico y la pertenencia a un grupo armado.
"Estamos preocupados de que médicos y enfermeras que llevan a cabo una misión puramente médica puedan ser judicializados por el simple hecho de haber tenido un gesto humanitario", afirmó.
La Cruz Roja registró 1.610 casos de violaciones del DIH, "entre ellas 300 ejecuciones sumarias, 205 ataques directos contra civiles, 289 desapariciones y 83 casos de desplazamiento forzado" en 2008.
El jefe del CICR también mostró su preocupación por el aumento de casos de desplazamiento masivo que atendió el año pasado, un 10 por ciento más que en 2007 hasta llegar a 73.258 personas pertenecientes a 18.535 familias.
Aseguró que la principal causa de que los campesinos salgan de sus territorios se debe a las amenazas por el surgimiento de nuevas bandas de paramilitares.
"Esos grupos se organizan y traen consecuencias humanitarias importantes en relación con las amenazas a personas que tienen que desplazarse. Es una de las razones principales del incremento", agregó.
Las actividades del CICR dieron cuenta también que el 53 por ciento de los desplazados que atendieron eran menores de edad y alertó sobre el incremento de la población indígena que ha tenido que salir de sus resguardos por la amenaza paramilitar.
El porcentaje de indígenas desplazados en 2007 "era dos veces menor" respecto al 7,7 por ciento del total de personas que se vieron obligadas a abandonar su hogar y que atendió la Cruz Roja el año pasado.
Asimismo, alertó del alto número de víctimas de minas antipersonales que ha dejado el conflicto, al mostrar su preocupación porque sigan los campos sembrados de minas en Colombia.
En cuanto a los casos de desapariciones de personas continúan aumentando en los registros del CICR, con 289 casos en 2008.
Beney reconoció las dificultades para conocer con exactitud estos datos, ya que en Colombia se estima que el conflicto ha dejado entre 15.000 y 40.000 desaparecidos en las últimas décadas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) participó además en 2008 en la liberación de 29 rehenes civiles y la entrega de dos militares que estaban en manos de guerrilleros.
La delegación del CICR en Colombia es la séptima más grande a nivel mundial y la mayor de toda Latinoamérica y el Caribe, con un presupuesto de unos 35 millones de dólares anuales.
Estas conclusiones se desprenden del informe sobre actividades del CICR en 2008, presentado hoy en Bogotá por el jefe de la delegación en Colombia de ese organismo, Christiphe Beney.
"Los civiles siguen siendo las primeras víctimas del conflicto, cada civil víctima es la consecuencia de una violación del Derecho Internacional Humanitario (DIH) y de los derechos humanos. Es espantoso el número de víctimas civiles del conflicto", dijo, sin precisar la cifra.
Beney indicó que Colombia tuvo en 2008 consecuencias humanitarias "muy importantes" por el enfrentamiento entre guerrillas, nuevas bandas de paramilitares dedicadas al narcotráfico y miembros del Ejército y la Policía.
"El conflicto armado en Colombia continúa cobrándose la vida de decenas de miles de civiles que soportan amenazas de muerte y ataques directos o corren el riesgo de ser objeto de un reclutamiento forzoso", aseguró.
El CICR alertó sobre un aumento de ataques a las misiones médicas respecto a 2007 e indicó que durante el año pasado se reportaron 35 nuevos casos, sin precisar de donde provino la agresión.
"Además encontramos un aumento de casos de violencia sexual", añadió.
Beney también pidió a los actores del conflicto distinguir entre un gesto humanitario médico y la pertenencia a un grupo armado.
"Estamos preocupados de que médicos y enfermeras que llevan a cabo una misión puramente médica puedan ser judicializados por el simple hecho de haber tenido un gesto humanitario", afirmó.
La Cruz Roja registró 1.610 casos de violaciones del DIH, "entre ellas 300 ejecuciones sumarias, 205 ataques directos contra civiles, 289 desapariciones y 83 casos de desplazamiento forzado" en 2008.
El jefe del CICR también mostró su preocupación por el aumento de casos de desplazamiento masivo que atendió el año pasado, un 10 por ciento más que en 2007 hasta llegar a 73.258 personas pertenecientes a 18.535 familias.
Aseguró que la principal causa de que los campesinos salgan de sus territorios se debe a las amenazas por el surgimiento de nuevas bandas de paramilitares.
"Esos grupos se organizan y traen consecuencias humanitarias importantes en relación con las amenazas a personas que tienen que desplazarse. Es una de las razones principales del incremento", agregó.
Las actividades del CICR dieron cuenta también que el 53 por ciento de los desplazados que atendieron eran menores de edad y alertó sobre el incremento de la población indígena que ha tenido que salir de sus resguardos por la amenaza paramilitar.
El porcentaje de indígenas desplazados en 2007 "era dos veces menor" respecto al 7,7 por ciento del total de personas que se vieron obligadas a abandonar su hogar y que atendió la Cruz Roja el año pasado.
Asimismo, alertó del alto número de víctimas de minas antipersonales que ha dejado el conflicto, al mostrar su preocupación porque sigan los campos sembrados de minas en Colombia.
En cuanto a los casos de desapariciones de personas continúan aumentando en los registros del CICR, con 289 casos en 2008.
Beney reconoció las dificultades para conocer con exactitud estos datos, ya que en Colombia se estima que el conflicto ha dejado entre 15.000 y 40.000 desaparecidos en las últimas décadas.
El Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) participó además en 2008 en la liberación de 29 rehenes civiles y la entrega de dos militares que estaban en manos de guerrilleros.
La delegación del CICR en Colombia es la séptima más grande a nivel mundial y la mayor de toda Latinoamérica y el Caribe, con un presupuesto de unos 35 millones de dólares anuales.
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