AFP. Las agencias humanitarias de la ONU y el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) expresaron este martes su "creciente frustración" por no poder socorrer eficazmente a la población indefensa de la Franja de Gaza.
La situación es "cada vez más frustrante para nosotros, aquí en Gaza", afirmó el director de operaciones en Gaza de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), John Ging, quien deploró el escaso eco de los llamamientos por las "consecuencias horribles de este conflicto" sobre la población civil "atrapada".
Ging aseguró que la "clave del problema" reside en parar los combates. "Detengan los combates para que podamos atender a una población atrapada, aislada", imploró el director de la UNRWA.
"Que se trate de un alto el fuego formal o informal, ¡poco importa!", añadió.
Según el último balance ofrecido por el jefe de los servicios de urgencia en Gaza, Muawiya Hassanein, al menos 935 palestinos han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí el pasado 27 de diciembre. De ellos, 280 son niños, 97 mujeres y 92 ancianos. Además, otras 4.200 personas resultaron heridas.
Ging se mostró "conmocionado por la naturaleza de las heridas infligidas" a cientos de víctimas y denunció el uso de armas controvertidas por parte del ejército israelí.
Para la UNRWA, la suerte de los palestinos constituye "una prueba para nuestra humanidad y para nuestra capacidad para proteger a 1,5 millones de personas" según las Convenciones de Ginebra.
El Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunció que la población no tiene dónde protegerse de los ataques israelíes: ni en Gaza, ni en el vecino Egipto, cuya frontera está cerrada, según esta organización.
El Comité de la ONU para los Derechos del Niño se mostró especialmente preocupado por la situación de los menores, víctimas de los "efectos devastadores de los combates".
"Estos acontecimientos tendrán efectos emocionales y psicológicos graves para toda una generación de niños", denunció este organismo.
Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) insistió en la "reapertura permanente de todos los puntos de paso", siendo el acceso seguro y sin trabas a la población civil la prioridad de las agencias de la ONU.
En un comunicado común, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja reclamaron de nuevo el acceso sin trabas a los heridos y denunciaron que "numerosos heridos están privados de atención (...) porque son incapaces de llegar a los hospitales por sus propios medios".
"Es absolutamente necesario e innegociable que los equipos médicos (...) sean protegidos", reclamó el presidente del CICR, Jakob Kellenberger, de visita este martes en Gaza, donde la situación "es verdaderamente muy triste". "Ver los que acabo de ver es muy doloroso", explicó.
La situación es "cada vez más frustrante para nosotros, aquí en Gaza", afirmó el director de operaciones en Gaza de la Agencia de Naciones Unidas para los Refugiados Palestinos (UNRWA), John Ging, quien deploró el escaso eco de los llamamientos por las "consecuencias horribles de este conflicto" sobre la población civil "atrapada".
Ging aseguró que la "clave del problema" reside en parar los combates. "Detengan los combates para que podamos atender a una población atrapada, aislada", imploró el director de la UNRWA.
"Que se trate de un alto el fuego formal o informal, ¡poco importa!", añadió.
Según el último balance ofrecido por el jefe de los servicios de urgencia en Gaza, Muawiya Hassanein, al menos 935 palestinos han muerto desde el inicio de la ofensiva israelí el pasado 27 de diciembre. De ellos, 280 son niños, 97 mujeres y 92 ancianos. Además, otras 4.200 personas resultaron heridas.
Ging se mostró "conmocionado por la naturaleza de las heridas infligidas" a cientos de víctimas y denunció el uso de armas controvertidas por parte del ejército israelí.
Para la UNRWA, la suerte de los palestinos constituye "una prueba para nuestra humanidad y para nuestra capacidad para proteger a 1,5 millones de personas" según las Convenciones de Ginebra.
El Alto Comisariado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) denunció que la población no tiene dónde protegerse de los ataques israelíes: ni en Gaza, ni en el vecino Egipto, cuya frontera está cerrada, según esta organización.
El Comité de la ONU para los Derechos del Niño se mostró especialmente preocupado por la situación de los menores, víctimas de los "efectos devastadores de los combates".
"Estos acontecimientos tendrán efectos emocionales y psicológicos graves para toda una generación de niños", denunció este organismo.
Por su parte, la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA, por sus siglas en inglés) insistió en la "reapertura permanente de todos los puntos de paso", siendo el acceso seguro y sin trabas a la población civil la prioridad de las agencias de la ONU.
En un comunicado común, el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y la Federación Internacional de la Cruz Roja y de la Media Luna Roja reclamaron de nuevo el acceso sin trabas a los heridos y denunciaron que "numerosos heridos están privados de atención (...) porque son incapaces de llegar a los hospitales por sus propios medios".
"Es absolutamente necesario e innegociable que los equipos médicos (...) sean protegidos", reclamó el presidente del CICR, Jakob Kellenberger, de visita este martes en Gaza, donde la situación "es verdaderamente muy triste". "Ver los que acabo de ver es muy doloroso", explicó.
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